CIUDAD DE MÉXICO.
“El rock no está muerto ni está en vías de extinción” dijo Lenny Kravitz el miércoles pasado frente a los medios de comunicación en la Ciudad de México. El viernes por la noche Kravitz sustentó sus palabras con un energético show en la Arena Ciudad de México donde por poco más de dos horas dejó en claro, a través de 18 canciones, que el género está más vivo que nunca.
Después de 13 años de no presentarse en un escenario mexicano, Kravitz hizo todo lo que estuvo a su alcance para redimirse con sus seguidores, y lo consiguió. Con la advertencia de que la pantalla central del recinto no se utilizaría para que el público pudiera disfrutar la experiencia, el cantante levantó una estructura metálica en el escenario en donde sus músicos estuvieron repartidos y fueron abrazados por el diseño de iluminación que se ideó para la gira Raise Vibration, que arrancó en México.
Tras la presencia de la banda mexicana La Gusana Ciega como teloneros, el regreso del rockstar era inminente. Miles de personas –que no lograron abarrotar el recinto- esperaban ver a Kravitz y disfrutar una velada llena de rock, amor y buenos deseos que a las 10 de la noche comenzaron a fluir.
Fly Away y Dig In fueron los dos primeros golpes de rock que el público recibió por parte de Kravitz, quien ataviado con un pantalón de mezclilla acampanado –el cual para decepción de muchas chicas no se rompió- y una playera de tiras con una franja dorada de piedras, se mostró emocionado y feliz de estar de vuelta en México.
Pero fue con su ya emblemático cover de American woman (original de The Guess Who) que Kravitz desató la locura cuando realizó un puente hacia Get up stand up, de Bob Marley.
“México, no dejen la lucha”, fue el mensaje que el neoyorquino le dio a sus fans mexicanos antes de interpretar It ain’t over ‘til it’s over, otro de sus grandes éxitos.
“Hola Ciudad de México, es un placer estar aquí porque ustedes siempre están en mi corazón. Venimos sólo con amor para ustedes”, lanzó Kravitz, quien no dudó en bajar del escenario y acercarse al público para saludar y dejarse tomar fotografías mientras las notas de temas como Stand by my Woman, Believe, I belong to you y Stop draggin’ around hicieron cantar y bailar a los presentes.
Si bien el recinto no se llenó y algunos tuvieron la suerte de dejar sus lugares en las gradas para bajar a la pista, la energía fluyó con la mezcla de sonidos del soul, el jazz, el reggae y el rock que envolvieron temas como Lift me out of my head, The chamber, Can’t get you off my mind y Where are we runnin’?, con los cuales el público no paró de agradecer con gritos y ovaciones que sonaban con su nombre.
La velada estaba por concluir pero Kravitz no se iría sin dar un último golpe de rock con Mr. Cab driver y Let love rule. Tras una salida en falso, el músico volvió al escenario para reafirmar que el rock no ha muerto con Always on the run, Again y Are you gonna go my way.