GUADALAJARA
Guillermo del Toro, enorme por el lado que se le vea, se sonroja cuando se le pregunta si ya es un hombre con una agenda demasiado apretada para atender todas las solicitudes de entrevistas: ¡No tengo ni asistente! Tengo más de 500 correos electrónicos que no he revisado y un chingo de mensajes de voz. Soy un solo güey
.
Agregó: Se pueden imaginar el nivel de trabajo que tengo que todavía no aterrizo. Estoy continuo desde el pasado Festival Internacional de Cine de Venecia hasta ahora
.