CIUDAD DE MÉXICO.

Chivas sumó su cuarto empate del torneo igualando 1-1 con Pumas en el estadio Olímpico Universitario.

Chivas usó prácticamente el mismo equipo que venció 2-0 al Cibao en partido de Concachampions a mitad de semana, con la excepción de Salcido, que jugó en la defensa central en lugar del lesionado Pereira, y Brizuela, que jugó en el ataque en lugar de Godínez.

Los dos equipos se presentaron mostrando los descuidos defensivos que los han caracterizado este torneo. Al minuto 2 por poco los Pumas regalan un balón a Pizarro, que no aprovechó la oportunidad. Al 3 Chivas correspondió a la cortesía y Pumas no perdonó.

Los felinos superaron con una pared a la defensa rojiblanca y Castillo definió raso de izquierda ante la salida del portero Rodolfo Cota, que vio desde el suelo como el balón se introducía lentamente en su portería.

En la primera parte Chivas mostró todos los defectos ya conocidos de esta exasperante edición del Rebaño: con la posesión del balón, pero ineficiente con él; voluntarioso pero chato.

El principal recurso ofensivo del Rebaño fueron los disparos desde el borde el área. Brizuela al 7′ y Pizarro al 23′ ensayaron el recurso, pero sin puntería.

Chivas se salvó del segundo gol al minuto 19, cuando un disparo de Gallardo se estrelló en el poste de la meta rojiblanca. Una gran reacción de Cota evitó que la cuesta se volviera aún más empinada para el Rebaño.

En la segunda parte el técnico Matías Almeyda hizo un cambio radical en el ataque de Chivas. Alan Pulido dejó la cancha y dejó su lugar a Godínez. Jesús “Chapo” Sánchez salió y su lugar en la defensa lateral derecha fue ocupado por Brizuela, con Macías entrando al ataque para acompañar a Godínez.

Las modificaciones sacaron de su letargo a la ofensiva de Chivas, preocupando a la defensa de UNAM sobre todo por izquierda, donde el joven Fuentes cubrió la ausencia de Van Rankin.

Almeyda redobló el castigo por esa banda con el ingreso de Sandoval al 62′ en lugar de Pineda, pero el empate llegó gracias a un centro por la derecha en el que Arribas cometió un penalti que Alanís convirtió con un zurdazo raso, anotando desde los once pasos por segundo partido de Liga consecutivo.