CARLOS ALBERTO VALDEZ MÉNDEZ, escupió para arriba, pensó que no se conocerían los años de Vacas Gordas que disfrutó como servidor público y proveedor de administraciones estatales pasadas.
La última le dejó buenos dividendos, el “Director de Teatro” se embolsó importantes sumas de dinero entre los años 2011 y 2013, eran buenos tiempos y no había motivos para criticar, se sentía favorecido y privilegiado.
Fueron varios los contratos asignados al entonces “Comisionado en Casa del Arte” como instructor de teatro, incurriendo de esa forma en graves irregularidades, al quebrantar la Ley de Adquisiciones para el Estado de Tamaulipas.
Al no seguir siendo beneficiado por la naciente administración se le ocurrió magnificar y distorsionar la forma y modo en que las máximas autoridades de la cultura en Tamaulipas promocionaban el talento regional en otras latitudes.
Pero el tiro la salió por la culata y ahora se conoce la forma tan fácil en la que obtuvo importantes ingresos y que lo podrían meter en serios líos de tipo legal.
UNA TRAS…No tendría por qué ser diferente, su hermano fue un pendenciero, pero la beligerancia que mantuvo con el entonces gobernador priista, MANUEL CAVAZOS LERMA, terminó por aniquilar el desarrollo municipal.
Durante la administración de su deudo Río Bravo fue de las zonas que más marginación y retraso registró, no era para menos porque el alcalde perdió el tiempo en una guerra estéril, le ganó su protagonismo y el deseo de prevalecer ante el poder en turno.
La historia nuevamente se repite, ahora el menor de los GUAJARDO, quiere ponerse con Sansón a las patadas, pasarse por el arco del triunfo las leyes e imponer las suyas.
A cinco meses de gestión municipal, Río Bravo, sigue sumida en el atraso, JUAN DIEGO GUAJARDO ANZALDÚA, está evidenciando su incapacidad para gobernar una importante zona de Tamaulipas, como luego se dice, “está sonando bofo”.
Antes de haber sido nominado candidato a Presidente Municipal se la pasó criticando a su antecesor, llegó al extremo hasta de vincularlo con grupos delictivos y tener en la nómina a personajes de negros antecedentes.
Prometía no incurrir en las mismas prácticas nocivas, pugnar para sacar del bache al municipio, ser un permanente gestor, privilegiar el diálogo y ser respetuoso de la máxima embestidura.
Nada de lo que prometió ha sido cumplido; JUAN DIEGO GUAJARDO ANZALDÚA, culpa de sus yerros a las autoridades estatales y ahora los hace responsable del atraso que sufre Río Bravo.
Por de más está referir que su paso por el Congreso Local fue incipiente, nunca se conoció de algún punto de acuerdo, iniciativa o propuesta a favor de los suyos.
Fue un diputado que sin pudor alguno cambió de color, del Partido Verde Ecologista se pasó al del Revolucionario Institucional y por este último llegó a convertirse en alcalde, pero tampoco ha brillado, es de esos personajes que no hilvanan una idea, es rupestre, pero eso sí muy bueno para el jolgorio.
Durante la misma época del entonces gobernador, MANUEL CAVAZOS LERMA, se recuerda al entonces alcalde del PAN, GUSTAVO CARDENAS GUTIERREZ, recurriendo a la escoba y ocupar el tiempo barriendo algunas calles de la ciudad, su incapacidad gestora y falta de oficio era evidente.
Ahora, JUAN DIEGO GUAJARDO ANZALDÚA, se le ve manejando una vetusta camioneta doble rodada, cargando varios tanques con agua y ayudado por el personal de la Presidencia Municipal, haciendo como que la distribuye.
Dice que el Gobierno del Estado clausuró los hidratantes y lo responsabiliza de lo que ocurra.
En Reynosa la alcaldesa, MAKI ORTIZ DOMÍNGUEZ, parece que ya entendió que en política primero es el uno y después el dos; por lo menos ya dejó de mostrar públicamente su belicosidad.
A la mujer se le ve cansada, la enfermedad que le aqueja la tiene agotada ya se habla que podría dejar el cargo a uno de sus incondicionales, eso sí el Cabildo se lo autoriza.
1.-UNA TRAS…Vaya consuelo el que reciben los burócratas despedidos por parte de su eterna dirigente, BLANCA VALLES RODRÍGUEZ, conminándoles a buscar “chamba” en las Ferias del Empleo.
La líder “vitalicia” del SUTSPET no quiere problemas, sabe que tendrá que ahuecar el ala para finales de año, de otra forma se hurgará en el destino que han tenido las cuotas descontadas a los miles de empleados del Gobierno de Tamaulipas.
BLANCA VALLES RODRÍGUEZ, ya no presume su poder, prefiere ocultarse en las sombras de su oficina, su deseo por querer imponer a uno de sus vástagos en una posición política el próximo año tendrá que esperar.
En el edificio del SUTSPET, pocos hablan, se cuidan unos a otros, nadie confía ni en su sombra, BLANCA VALLES RODRÍGUEZ, se aparece por las tardes, evita ser vista pues nada puede hacer por los suyos, ella misma intenta salvarse y ya se quiere ir.
Los últimos arreglos están por concluir, la organización sindical del Gobierno de Tamaulipas está agonizante, ya no tiene razón de existir, se acabó y con ello el negocio de sus dirigentes, la buena vida está acotada.
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