La alerta que hizo el mandatario Américo Villarreal, sobre la contaminación de SpaceX en las playas de Matamoros, debido a las explosiones de las naves de Elon Musk, hacen pensar que la reacción ya debe ser en conjunto con el gobierno federal e iniciar una demanda internacional.
Los lanzamientos que está haciendo SpaceX, no están respetando la distancia entre los ejidos y zonas urbanas con las distancias que se deben tener.
“Desde nuestra responsabilidad como gobernador del Estado, si hemos hecho ver que algunas cuotas poblacionales, dirigiendo a cuotas de distancia de nuestros centros de población ejidales, a lo mejor no se está respetando”, expuso el mandatario.
La distancia entre la plataforma de lanzamiento y las zonas urbanas se define para minimizar los riesgos en caso de un evento imprevisto durante el lanzamiento. Esto incluye consideraciones como la dispersión de escombros, el ruido y la posible onda expansiva.
La distancia entre las plataformas de lanzamiento en la NASA y las zonas urbanas varía, pero típicamente, las zonas de lanzamiento están ubicadas a varios kilómetros de las áreas pobladas para garantizar la seguridad.
Por ejemplo, en el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Florida, la zona de lanzamiento está separada de las áreas urbanas por una distancia considerable, aunque aún se puede ver desde algunos puntos cercanos.
Es evidente que Estados Unidos cuida a su población y no permite distancias cortas de la plataforma hasta la zona urbana.
Ahora bien, los lanzamientos de SpaceX, específicamente desde Starbase (anteriormente conocida como Boca Chica) en Texas, están a unos 4.5 kilómetros de la playa Bagdad de Matamoros, México, de acuerdo a la información de las páginas oficiales.
Hoy sabemos que la contaminación del material que está cayendo a la playa de Matamoros, puede tener reacciones y contaminaciones irreparables al medio ambiente.
Las dependencias como SEDUMA, ya están revisando los impactos ambientales y este trabajo deberá ir acompañado por un posicionamiento legal, seguramente en el futuro, por parte del Gobierno estatal y federal.
Con Chío, «no Ve el Que No Quiere»
Las recientes fugas de agua que han surgido en diversas calles del municipio de El Mante, lejos de ser un problema recurrente sin solución, se han convertido en un claro ejemplo de la respuesta casi inmediata por parte del gobierno municipal. Esta agilidad, que muchos ya perciben en las colonias, desmiente la resignación que marcó administraciones pasadas.
Es una realidad innegable que «no lo ve el que no quiere»: la Presidenta Municipal, Patty Chío, en conjunto con la Comapa, están realizando un trabajo que, para muchos, es como nunca antes se había visto.
Sin necesidad de grandes anuncios o estridencia mediática, han logrado más en tan solo ocho meses de gestión de lo que no se había conseguido en años.
Esta eficiencia contrasta drásticamente con la narrativa de los anteriores gobiernos del PAN, quienes se escudaban en un «no hay, la Comapa está hundida» para justificar la inacción.
La atención y solución oportuna a estas fugas, que anteriormente eran sinónimo de semanas o incluso meses de desperdicio y molestias para los ciudadanos, demuestran un compromiso y una capacidad de gestión que merecen ser destacados.
No se trata solo de reparar el daño, sino de una visión proactiva que busca dignificar los servicios básicos y, por ende, la calidad de vida de los mantenses.
Este nuevo enfoque en El Mante no solo resuelve problemas, sino que también restaura la confianza en las instituciones.
La efectividad de la actual administración municipal y de Comapa, al abordar directamente los desafíos hídricos, sienta un precedente importante y demuestra que, con voluntad política y una gestión eficiente, es posible revertir años de abandono y desinterés.