A nueve días que se cumpla un año del cobarde asesinato del periodista Antonio de la Cruz, crecen las dudas y la exigencia de justicia para su familia y para el gremio que sigue en espera que se aclare este crimen y el de su hija.

Cierto, que la federación tiene la responsabilidad judicial de aclarar el crimen, porque atrajo la investigación; pero también el estado, tiene la responsiva de presionar para castigar a los responsables.

El antecedente grave, es que los últimos crímenes contra de periodistas en México, no se han aclarado; algunos casos como el de Javier Valdez, o el de Miroslava Breach, son los “garbanzos de a libra” porque han sido detenidos algunos involucrados en esos crímenes.

Incluso el caso de Valdez, que cumple el sexto aniversario de su crimen. Se precisa que, si bien; hay dos personas sentenciadas como autores materiales. El autor intelectual no ha sido procesado.

Fuera de ellos, no hay personas detenidas por esos asesinatos de periodistas.
Otro caso, en Tamaulipas, es que solo existe un detenido por el homicidio del periodista Héctor González Antonio ocurrido en mayo del 2018, en Ciudad Victoria.

Sobre ello, no hay más detenidos, aunque inicialmente se dijo que había tres sujetos más involucrados.

En su oportunidad, la Fiscalía aseguró que este crimen no tenía relación con su actividad periodística.

Actualmente, el gobierno de Américo Villarreal, tiene la oportunidad de ahondar en esos casos y exigir a la Fiscalía General de Justicia la detención de los responsables por el caso de asesinato de Héctor González.

En el caso de Antonio de la Cruz, es necesario presionar a la federación para que se aclare y se detenga a los autores materiales e intelectuales.

Sin duda que el caso de Antonio de la Cruz, es el más reciente y sensible, porque las balas de calibre 40 que impactaron en el cuerpo del periodista, alcanzaron y victimaron a una de sus hijas.

Esa mañana de 29 de junio, el tirador conocía las rutas y horarios de Toño y la ubicación exacta de su domicilio.

Tenían toda la información sobre él, incluso, un agente policíaco pensó en voz alta, muy cerca de la escena del crimen: “Este trabajo lo hizo uno de nosotros, o un ex policía”.

Quien disparó contra Toño de la Cruz, esperó que subiera a su camioneta y al verlo sentado, caminó unos pasos y a sangre fría, accionó su arma en dos ocasiones; las perforaciones de esas detonaciones quedaron en el parabrisas de la camioneta.

Después caminó hasta la ventanilla y con un afán de cerciorarse que muriera, nuevamente accionó el arma en tres ocasiones más y una de esas balas alcanzó a la hija del infortunado periodista.

Esta es la versión que se conoció sobre los hechos ocurridos a las 9:10 de la mañana de ese miércoles 29 de junio. Hora y momento trágico, Antonio de la Cruz ya estaba muerto.

Enseguida las dos personas que según testigos, ejecutaron a Toño, luego de haber cometido su artero atentado, huyeron del lugar en una motocicleta.

Horas más tarde, cayeron en cascada las reacciones oficiales y la versión de la Fiscalía de Justicia, la cual anunció que la Fiscalía General de la República atrajo el caso.

Con todas las indagatorias que se realizaron donde se asegura que hay personas involucradas y sospechas sobre algunos personajes.

Ahora, el gobierno del Estado tiene la obligación de exigir resultados a la federación, luego que la familia de Toño de la Cruz exige justicia; clamor que arrecia a nueve días que se cumpla el primer aniversario del trágico atentado.

Un informe de Artículo 19, detalla que entre el año 2000 y 2022 han asesinado en el país a 153 comunicadores todos ellos, por su labor periodística.

Sólo en el caso de Tamaulipas, en dos décadas, han asesinado a 14 comunicadores.
Precisan que en el año 2000 murieron Luis Roberto Cruz Martínez y Pablo Pineda Gaucín.

En 2021 Saúl Martínez Gutiérrez; en 2002 Félix Fernández García; en 2004 Roberto Mora García y Francisco Arratia; en 2005 Dolores García Escamilla.

Para 2006 se registró el crimen de Ramiro Téllez Contreras; en 2008 Francisco Ortíz Monroy; en 2010 Jorge Rábago Valdez y Alberto Guajardo Romero; en 2011 Elizabeth Macías Castro; 2013 Mario Ricardo Chávez y 2018 Carlos Domínguez. Después se registraron los casos de Héctor González y Antonio de la Cruz.

Pese a ello, en 2018, la Asociación de Periodistas Desplazados exhibió una lista de 26 periodistas asesinados e incluye a los blogueros, Twitteros o Influences, y que existen al menos 24 comunicadores que han sido desplazados.

En agosto del 2018 Jesús Medina, Secretario General de la Asociación de Periodistas Desplazados, presentó una lista de ellos:

La lista la encabeza Luis Roberto Cruz Martínez de Reynosa, Pablo Pineda (Matamoros); SanAntonio Martínez Gutiérrez (Matamoros); Felix Alfonso Fernández (Miguel Alemán); Roberto Javier Mora García (Nuevo Laredo); Francisco Arratia Saldierna (Matamoros); Dolores Guadalupe García Escamilla (Nuevo Laredo); Julio César Martínez Pérez (Reynosa); Ramiro Tello Contreras (Nuevo Laredo); Francisco Ortiz Monroy (Camargo); José Luis Villanueva (Ciudad Victoria); Miguel Ángel Domínguez (Reynosa); Pedro Arguello (Reynosa).

Así como David Silva (Reynosa); José Navarro Valdez (Reynosa); Guillermo Martínez Alvarado (Reynosa); Carlos Alberto Guajardo (Matamoros); Misael Esparza (Abasolo); Sean Lemus (Nuevo Laredo); Victor Manuel Calzado (Ciudad Victoria); Mario Chavez Jorge (Ciudad Victoria); Benjamín Galván (Nuevo Laredo); Adrian Gaona del Monte (Reynosa); Maria del Rosario Fuentes Rubio (Reynosa); Samira Esther Bautista (Ciudad Victoria); Carlos Dominguez (Nuevo Laredo); Héctor González Antonio (Ciudad Victoria).
“Poco a poco, han diseñado un manual para matar periodistas y les ha funcionado; porque no existe un solo caso que se haya castigado a los responsables”, precisa.

Actualmente el gobierno de Alternancia, tiene la oportunidad histórica para que se haga justicia y se castigue a sus asesinos y se ponga un alto, al crimen de periodistas.