Llegaron a su fin las campañas, y con ello culmina también el esfuerzo y sacrificio de los candidatos y sus respectivos equipos de trabajo. Durante 90 días unos, y 45 los aspirantes a alcaldes, tuvieron la oportunidad de dar a conocer sus propuestas a la ciudadanía, y tal vez ese tiempo no les fue suficiente.

Pero con el final de las actividades proselitistas se acaban también los sueños y sentimentalismos de algunos simpatizantes y de los mismos candidatos, pues entra una etapa en donde -se supone- todos deben ser realistas y no dar falsas esperanzas a sus seguidores, esto último con el debido respeto a quienes se sientan aludidos, aunque no es por nadie en particular.

Y es que recordando lo que hacía el PRI todavía hace unos años, creemos que todos los partidos que están en el poder van a echar a andar su maquinaria electoral y de líderes en los estados o municipios que gobiernan, pues por algo ganaron la elección anterior; además de la gran cantidad de simpatizantes que los apoyan, por lo que de inicio por supuesto que entran con una ventaja, es decir con lo que algunos llaman el “voto duro” en cada municipio.

Hablando de la zona sur, los candidatos del Frente en Altamira y Madero llevan mano, pues aparte del “voto duro” tuvieron año y medio de gobierno, en donde por lógica no les alcanzó el presupuesto para atender tantas carencias que dejaron los gobiernos anteriores, es normal. Pero sí trabajaron y con ello aumentaron la aceptación que ya tenían de la ciudadanía. Esto último a pesar de quienes insisten en demeritar lo que los alcaldes con licencia han hecho por sus respectivos municipios. Y también es normal que se quejen porque tal vez aún necesitan el apoyo de sus autoridades.

En Tampico por supuesto que la alcaldesa con licencia de igual forma inició con ventaja, pero lamentablemente para ella una gran cantidad de grupos importantes la abandonaron y se fueron con el candidato del Frente Chucho Nader, por lo que la ventaja que tuvo al principio se convirtió en desventaja, ya que con el éxodo de esos liderazgos se le irán una abundante cantidad de votos.

Pero aquí insistimos en que hay que ser realistas y advertir que una elección no se gana con el sentimentalismo ni con los deseos personales de los simpatizantes, incluso ni con los deseos de los candidatos. Aquí señores, se gana con votos contantes y sonantes, por lo que la fórmula es muy sencilla y simple, quien obtenga más sufragios gana. Así que aquellos que creen que el triunfo se obtiene por caprichos debe estar consciente que no es así, por lo que se pueden encontrar con un resultado adverso y se acabarán sus sueños, pero también es normal.

En el plano estatal es lo mismo en los 43 municipios, así como en las diputaciones y senadurías, los operadores políticos apoyarán a sus partidos, así que se vislumbra un triunfo de los Frentes, Por Tamaulipas y Por México.

En la nacional, es exactamente la misma fórmula, pues no porque en algunas encuestas se den a conocer ciertas afinidades, necesariamente se reflejará en las urnas, no es así. Y más aún porque históricamente las encuestas casi nunca han coincidido con la realidad, y además la mayoría de esos sondeos son pequeñas muestras de mil o dos mil personas, y en áreas específicas; y lo peor, son pagadas. Así que hay que tener ecuanimidad y calma, y esperar como buenos ciudadanos los resultados.

Y por quienes aluden al número se seguidores que asisten a los cierres de campaña, Ricardo Anaya reunió a más de 150,000 en la Ciudad de México; más de 80,000 en Veracruz, y más de 35,000 en Ciudad Victoria, es solo el dato por si quieren empezar a hacer conjeturas.

Por lo pronto hay que cumplir con nuestra obligación de salir a votar por el abanderado de nuestra preferencia y contribuir así a fortalecer la democracia de Tamaulipas y de México.

Como siempre la mejor opinión es la de usted amable lector. Hasta la próxima.