La figura de la mayoría calificada, en las votaciones para reformar la Constitución, ha permitido que los partidos políticos que no tengan las dos terceras partes, no avancen en sus cambios.

Es una figura que, para muchos es un candado justo que cierra el paso a los actos antidemocráticos,  permite que una mayoría unida (que hoy no es el caso) decidan los cambios en la Carta Magna.

Bajo las condiciones en que se tiró la Reforma eléctrica, los ganadores como el PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, aunque hayan perdido la votación (275 votos contra 223 de la oposición) no han podido capitalizar electoralmente este triunfo.

Hoy, esa mayoría calificada que no pudo alcanzar Morena (332 votos), le permitió a la oposición lanzar un mensaje de contrapeso en la Cámara baja.

No son mayoría, pero esta figura les permitió cerrarles el paso a Morena, en la reforma a la ley eléctrica que finalmente se desechó.

Es la figura que le da oxígeno para lanzar que existe un contrapeso; esos contrapesos deben existir con números reales de diputados.

Este escenario se había logrado en Tamaulipas pero la inexperiencia de Armando Zertuche de Morena, permitió al PAN encontrar las salidas legales y posiblemente económicas, para dividir a la fracción de la 4T y lograr una mayoría que no se ganó en las urnas.

Los contrapesos en los Congresos, permiten que tanto el Presidente como los gobernadores en turno, no hagan de la Ley sus mejores antojos para abrir el camino a los abusos del poder.

Se frenó al Presidente en lo que parece una reforma que la presumían como nacionalista. En los Congresos Locales tanto el PAN como Morena y en algunos casos el PRI, los gobernadores mantienen el control de los Congresos.

No existen contrapesos legislativos frente al Ejecutivo. Sin embargo, se festejó haber tirado una reforma de AMLO.

Una acción que, en el caso de Tamaulipas, ninguno de los diputados del PAN y PRI han presumido en medio de esta coyuntura electoral.

De plano han cerrado el capítulo de la reforma eléctrica. Tampoco lo han hecho los Presidentes de estos partidos a nivel local y menos los diputados locales. Se quedaron mudos.

Pasaron ya 24 horas y nadie ha tenido la capacidad de capitalizar esta hazaña política, la más sobresaliente en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Los mismos diputados federales revelaron estar limitados.

Ninguno de los diputados de Tamaulipas, subieron a tribuna el domingo y ni cómo hablar con ellos, sus teléfonos celulares están cerrados a la prensa, particularmente los del PAN.

Lo que debe llamar la atención a los partidos políticos, es que si bien se logró tirar esta reforma, la gente en las calles, apenas alcanza a percibir lo que hicieron los diputados del PAN y PRI y el mensaje no les llega claro.

Desde el mismo domingo, los diputados de Morena y Verde Ecologista en Tamaulipas, han lanzado señalamientos, aclaraciones de lo que se buscaba con la reforma y todo desde sus redes sociales.

Pero nadie del PAN o del PRI, se lanzó a convencer a sus simpatizantes, sobre los alcances que tiene haber frenado esta reforma, y claro, la intención es lograr fines electorales y ayudar a la causa, pero tampoco pueden por sus limitantes y se entiende.

Ahora, Morena va a lanzar una campaña para exhibir con nombre y cara de “diputados traidores” y sin pasar por alto que muy temprano, el Presidente remachó que el rechazo a la reforma, fue “un acto de traición a México”, como un acto de reacción.