A punto de culminar el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se hace evidente que uno de los grandes beneficiados en estos últimos años ha sido Nuevo Laredo. Esta ciudad, ubicada en la frontera norte de México, ha experimentado una transformación significativa, en gran parte gracias a la administración morenista que, con la llegada de Carmen Lilia Canturosas como la primera alcaldesa de este partido, captó la atención del Gobierno Federal y, con ello, una serie de inversiones que han cambiado el rostro de la ciudad.

La llegada de Canturosas al Ayuntamiento marcó un punto de inflexión. Con un enfoque decidido y una visión clara de lo que Nuevo Laredo necesitaba, la administración local se alineó con las políticas federales, logrando atraer inversiones clave que, por años, habían sido pospuestas. López Obrador, como ningún otro presidente, ha puesto en marcha una serie de proyectos que no solo mejoran la infraestructura local, sino que también posicionan a Nuevo Laredo como un polo de inversión, desarrollo y cooperación binacional.

Entre las obras más destacadas se encuentran la modernización de la garita del Puente Internacional I “Puerta de las Américas” y la rehabilitación total de la aduana e infraestructura del Puente Internacional II “Juárez-Lincoln”. Estos proyectos son cruciales, no solo para el flujo comercial entre México y Estados Unidos, sino también para consolidar a Nuevo Laredo como el puerto comercial más importante de América Latina, un reconocimiento que López Obrador ha subrayado en varias de sus visitas a la ciudad.

Como dato, de acuerdo a Aduanas de México en las aduanas fronterizas, las operaciones aumentaron 1.7 por ciento respecto al mismo periodo de 2023. Nuevo Laredo, Tijuana y Ciudad Juárez registraron el 60.3 por ciento de todas las operaciones realizadas en estas aduanas, siendo las tres más importantes de las aduanas fronterizas. De enero a junio de 2024 se registraron 11 millones 074 mil 395 operaciones de comercio exterior; 2.9 por ciento de incremento respecto al mismo periodo del año pasado.

La construcción de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) es otro hito en esta serie de inversiones estratégicas. Su inauguración, programada para septiembre y en la que estará presente tanto López Obrador como la presidenta electa Claudia Sheinbaum, marca un punto culminante en los esfuerzos por robustecer la infraestructura aduanera y mejorar la competitividad de la región.

Este gran proyecto catapultará a Nuevo Laredo, porque traerá consigo una serie de beneficios económicos, como la llegada de más inversiones nacionales y extranjeras que buscarán invertir aqui, más modernidad y vuelos en el aeropuerto, viviendas, supermercados, etc.

Aunado a ello viene el Proyecto Ferrocarril para Pasajeros, el cual será una nueva alternativa de transporte para llegar a esta frontera, el cual favorecer la conectividad con otros estados de la República, impulsará la competitividad y desarrollo económico de Nuevo Laredo.

Y ni se diga de las modernizaciones al Puente Internacional Tres del Comercio Mundial y la construcción del Segundo Puente Ferroviario.

Carmen Lilia Canturosas ha sido enfática en reconocer el apoyo del presidente López Obrador, destacando que la confianza depositada en su administración ha permitido impulsar proyectos que colocan a Nuevo Laredo a la vanguardia. Agradeció el respaldo de la Federación, comprometiéndose a seguir invirtiendo en infraestructura y trabajando para que la ciudad esté a la altura de los desafíos que estos importantes proyectos traen consigo.

López Obrador se va, pero deja tras de sí un legado tangible en Nuevo Laredo. Grandes obras que, sin duda, marcan el inicio de una nueva era para esta frontera. La promesa de que

Claudia Sheinbaum continuará con estos apoyos refuerza la esperanza de que Nuevo Laredo se consolide como la frontera más importante de América Latina, un título que, más que una simple etiqueta, se está construyendo día a día con inversión, visión y resultados.

La transformación de Nuevo Laredo no es solo un logro local, sino un reflejo del potencial que tiene el país cuando las políticas federales y municipales se alinean en objetivos comunes. Este sexenio ha dejado claro que, con voluntad política y una administración comprometida, es posible cambiar la realidad de una región estratégica para México y para el mundo.

QUIERE MORENA QUE ESCUELAS PAGUEN AL SAT POR CUOTAS ESCOLARES

El debate sobre la transparencia y el control de los recursos manejados por las sociedades de padres de familia en Tamaulipas ha tomado un nuevo giro, con la posibilidad de que estas cuotas escolares sean sometidas a la fiscalización del Sistema de Administración Tributaria (SAT).

Hace unos días, el diputado local Juan Vital Román Martínez, presidente de la Comisión de Educación del Congreso del Estado, planteó la idea de que las sociedades de padres sean obligadas a rendir cuentas y pagar impuestos sobre los fondos que administran. A primera vista, la propuesta podría parecer un esfuerzo por introducir mayor orden y transparencia en el manejo de estos recursos; sin embargo, el costo real podría terminar recayendo, una vez más, en los bolsillos de los padres de familia.

La fiscalización por parte del SAT implicaría que las cuotas escolares, ya de por sí una carga para muchas familias, podrían estar sujetas a impuestos. Esto, en teoría, podría contribuir a un manejo más claro y responsable de los fondos. Sin embargo, en la práctica, el riesgo es que esta nueva obligación tributaria se traduzca en una excusa para que las sociedades de padres exijan mayores cuotas a las familias bajo el argumento de que, con el pago de impuestos, les quedará menos dinero disponible para las necesidades escolares. Así, el esfuerzo por “poner orden” en las finanzas escolares podría terminar afectando negativamente a quienes más dependen de un sistema educativo asequible.

No es difícil imaginar que, ante la nueva carga fiscal, los representantes de las sociedades de padres podrían argumentar que necesitan aumentar las cuotas para cubrir los costos operativos, pagar impuestos y, al mismo tiempo, seguir financiando las actividades y mejoras escolares. Esto podría convertirse en una espiral donde cada vez se exijan más recursos a las familias, sin que necesariamente se vea un incremento proporcional en la calidad de los servicios educativos que reciben sus hijos.

Además, está el tema de la inequidad. Las familias de menores recursos, que ya luchan por pagar las cuotas escolares, podrían verse obligadas a hacer sacrificios adicionales.

En conclusión, aunque la propuesta del diputado Juan Vital Román Martínez busca mejorar la rendición de cuentas y la transparencia en las escuelas, existe un riesgo latente de que las familias terminen pagando el precio de esta medida. Si no se manejan con cuidado las implicaciones de una fiscalización por parte del SAT, podría darse una situación en la que los padres de familia sean quienes terminen perdiendo, una vez más, en un sistema que debería estar orientado a apoyarles y no a imponerles nuevas cargas. Es vital que cualquier reforma en este sentido considere primero y ante todo el impacto sobre las familias, especialmente aquellas que ya se encuentran en situaciones vulnerables… ¿Qué? ¿no?, NOS LEEMOS.
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