Los que se creen políticos y les sonríe o les ha sonreído la suerte y los presupuestos tienen la estúpida idea de que el pueblo los debe querer por obligación, se creen tocados por Dios y que le hacen un favor a la gente con dejarse ver.

De este tipo de personajes vemos todos los días, unos andan en campaña, otros “dirigiéndolas” desde una oscura oficina y el resto cobrando pensiones o jugosos sueldos como Senadores, Diputados, asesores y lo que sigue.

Y créalo, inteligentes o no, se vuelven locos y no atienden recomendaciones de nadie, se ciegan al grado de pensar que serán cumplidos sus deseos de convertirse en Alcaldes, Diputados, Senadores, Gobernadores y hasta presidente de la República si ellos o ellas lo deciden.

El caso de Margarita Zavala es lo más ilustrativo de todo lo mencionado, fue primera dama y estuvo a punto de ser candidata a la Presidencia de la República por el PAN, por lo primero pensó que ella tiene derecho a ser la primera mujer que se convierte en presidente y por lo segundo que todos los azules deberían amarla, idolatrarla hasta la muerte y por ello tendrían que abandonar a Ricardo Anaya para echarse en sus brazos.

Triste, la cruel realidad la abofeteo en el rostro y le hizo entender que no sería presidente de la República en esta ocasión, además de ello, sutilmente, porque es mujer, le dijo México que la odia, que no confían en ella por su pasado, por su forma de dañar a su partido.

Mañana la cruda le golpeará el rostro, no habrá forma de que le diga a los suyos que las glorias del pasado debieron permanecer intocadas para no convertirlas en la peor derrota de su vida.

Margarita, dicen que es una mujer inteligente, cuentan que resultó ser la mejor primera dama, eso era ayer porque a partir de hoy pasará a la historia como la primera mujer que fue candidata independiente a la presidencia de la República y renunció convencida de que el pueblo no la quiere.

A final también pasará como una mujer que dignamente se retira a tiempo, con un mínimo de daños a terceros y dando el mejor ejemplo a otros que igual son comparsas en diferentes elecciones pero que ahora no saben cómo retirarse de las mismas.

En la elección presidencial todavía quedan dos en las mismas condiciones de Margarita, con la certeza de que no ganarán nunca la elección a Presidente de la República o no sucederá mientras no ocurra un milagro.

No, no sugerimos que se retiren quienes no tienen posibilidades de ganar, nomás les damos el ejemplo para que tomen una decisión firme en sus campañas, para que se pongan a jalar en serio y sea creíble su participación en las mismas.

Soy fiel creyente de que México es un país muy plural, que debe darle más oportunidades a los grupos minoritarios de ser representados, que son muy poquitos nueve o diez partidos, pero también es un hecho que para que eso suceda los candidatos tienen que ser sensatos y reales, no inflados por el ego, la soberbia y el cinismo sino construidos a base de trabajo.

¿Qué le paso a Margarita?, ¿Quién le hizo tanto daño?, quien lo sabe, lo cierto es que quiso cumplirse un capricho de ser candidata y lo logró, ahora ya se enteró de que nadie la quiere, reflexionó y se va, renuncia a su candidatura si es que alguna vez la tuvo, qué pena, si, se retira por la puerta trasera, echando a la basura todo un prestigio de primera dama.

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