Al margen de enjuiciamientos y defensas, porque eso le corresponde a las autoridades judiciales y no a los juzgadores virtuales, detrás del escándalo en que se ha visto envuelto el aún director general de los Centros Regionales de Desarrollo Educativo (Credes), Arturo Sarrelangue Martínez, están intereses que apuntan al control absoluto de ésta y otras áreas que manejan asuntos de al menos el 70 por ciento del personal del sector educativo estatal.

No hay que ser muy ducho en cuestiones educativas para asegurar lo anterior, pero tampoco se puede pecar de inocente e ignorar que las mismas fuentes habían soltado el borrego informativo en el que hace algunas semanas se aseguraba que Julio Herminio Pimienta Prieto, estaba prácticamente fuera de la Subsecretaría de Educación Básica, pues también tiene la misma área de influencia que la dirección de los Credes.

En el caso de Sarrelangue Martínez es lógico que su puesto despierta las envidias de quienes, motivados por su historial de perversidad, saben que si se tiene la intención de desestabilizar a la Secretaría de Educación de Tamaulipas basta mover los hilos de las 22 representaciones que tiene esta área en todo el Estado, esa podría ser la razón de quienes han acusado, juzgado y sentenciado a este funcionario que, remarcó, no sé si las acusaciones en su contra están legalmente fundamentadas y menos si es o no culpable.

En cuanto a Pimienta Prieto la estrategia en su contra curiosamente fue similar, se soltó el rumor dándosele vuelo en los medios de todo tipo a grado tal que incluso se le ubicó en la Subsecretaría de Planeación, es decir en un área en la que no estorbaría a quienes saben perfectamente que si tienen a alguien afín en Básica (especial, inicial, preescolar, primaria y secundaria), no habría problema para sacar adelante cualquier asunto turbio.

Afortunadamente para los planes de mejora académica que se supone deben permear entre todos los que están dentro de la estructura de la SET, el propio secretario Héctor Escobar Salazar salió al paso de este “cese maquinado” y puso quietos al menos por unos días a casi todos. Lo mejor de esto es que Pimienta Prieto siguió con su plan de trabajo para elevar los indicadores educativos, que es finalmente para lo que fue traído a Tamaulipas.

Lo preocupante ahora es que en el caso de Sarrelangue Martínez la estrategia fue brutal, masiva, pero sobre todo efectiva. Eso indica que quienes quieren medir fuerzas con su jefe a pesar de que éste tiene identificados al reventador y la reventadora, no cesarán en su intento de controlar la SET, es más éstos literalmente aseguran “será como quitarle un dulce a un chamaco”. ¿Será?

APUNTE.- La advertencia que lanzó el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca a quienes se hacen de la vista gorda a la hora de combatir la inseguridad, si bien se interpretó que va dirigida hacia los alcaldes tampoco se pueden salir de la mira quienes por encargo del Estado deben intervenir o cuando menos denunciar, como por ejemplo elementos de las policías estatales o funcionarios asignados en los municipios.

Ahora bien, valdría precisarles a aquellos que equivocadamente piensan que para responder al llamado del jefe del Ejecutivo estatal, deben sacar la verborrea, la retórica y la demagogia (como lo hizo la semana pasada un alcalde del sur), para asegurar que están cumpliendo al pie de la letra, que a quienes deben responder con hechos y no con palabras es a sus representados.

No señores presidentes municipales, funcionarios estatales o legisladores locales o federales, no se confundan de nuevo: Ya no estamos en aquella época en que se sacaba raja política de la inseguridad y violencia, ya somos muchos los que hemos sufrido por esta situación, ya pónganse la camiseta ciudadana y sobre todo súdenla.

PENDIENTE.- ¿A poco ya hay acuerdo con el SNTE para repartirse posiciones en el organigrama de la SET?

Aquí los veo, leo y escucho: @JosdelCarmenPR / pr_jc@hotmail.com