Dos de las líneas que  seguramente estudian en su “War Room” los equipos de campaña de las dos Alianzas, son los resultados de la Revocación de Mandato como elemento de referencia que podría impactar en las preferencias hacia los  candidatos en Tamaulipas.

La Revocación, debe ser  tomada como un parámetro, o un switch de encendido de focos rojos, para uno u otro equipo. Ya que los números juegan a favor y en contra.

Con  ello, Morena tiene una base; una idea más clara sobre los números de votos  duros con los que puede contar, de cara al 5 de junio.

Esta referencia le permitirá tener una visión más clara a los que participan en la campaña  sobre qué  rubros atender, para crecer y fortalecer el trabajo. Basados en una estrategia para conseguir los 700 mil votos que se necesitan para amarrar la gubernatura luego que  500 mil personas votaron el domingo.

Aunque  para algunos la revocación tuvo una lectura polémica, como de vaso, medio lleno o medio vacío. No se debe perder de vista el impacto propagandístico que beneficia al Presidente y a su partido Morena.

Ajeno a la crítica sobre el despilfarro, sobre si fue un capricho. La revocación, es sin duda un ensayo que permite al partido en el poder federal, advertir sobre sus fortalezas y debilidades.

No hay que perder de vista los números, luego que solo se  instalaron 1,653 casillas y el 5 de junio habrá  4 mil 600 casillas , por lo que la expectativa es que se genere una votación de un millón 500 mil de votos, lo que sería  histórico.

En base a ello, el PAN con operadores y coordinadores de campaña, ahora tienen con el resultado de la revocación, datos para un análisis serio y basado en hechos.

El domingo vieron la presencia de Morena y en qué lugares es más fuerte y donde tiene que trabajar más.

En base a ello, el PAN, seguramente tiene el tiempo para asumir una estrategia enfocada a la zona de la frontera que es donde tienen su principal preocupación.

A una semana de iniciada la campaña, es ineludible que esto sirva para aterrizar  la  autocrítica y ver ajenos a encuestas pagadas, el verdadero posicionamiento que tiene César Verástegui.

La elección del 5 de junio, sin duda que es una guerra por el poder donde se está jugando el todo por el todo.

En este proceso, Américo Villarreal, es el candidato que ha sido blanco de la  guerra sucia. Eso se debe a que aparece puntero en las  preferencias, por lo que ha recibido un golpeteo constante.

Le pegan por estar arriba y porque a pesar de todos los ardides que se han empleado, no han logrado  bajarlo.

Pero a pesar de tener esta condición, no se le ve como  un candidato confiado y contrariamente ha intensificado su promoción.

La campaña que realiza es a ras de tierra, en las bases con ciudadanos,  donde los que saben dicen, que es donde se ganan las elecciones.

En esta campaña, no solo hay simpatizantes de Morena; hay sindicatos, organizaciones, empresarios, profesionistas con los cuales está trabajando Morena.

En la alianza de enfrente, el PAN y sus aliados lo saben y  ahora tienen un pulso más claro,  sobre cómo hacer para crecer su campaña y lo que requiere apretar para dar un aspirando golpe de timón, porque saben que Américo no baja y la marca menos.

Están cada vez más convencidos que la guerra sucia no ha tenido los efectos esperados  contra el candidato de Morena. Los cuales, han prendido los focos de alerta  en el estar del Truco. Donde hay una doble responsiva y presión, porque este no es  sólo  el proyecto de César Verástegui, también incluye el proyecto del gobernador.

Aunque no deben perder de vista que  su golpeteo constante al  proyecto de Américo es constantemente monitoreando y seguramente castigado desde el centro del país, donde hay muchos ojos puestos en Tamaulipas.