viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

Política sin pudor

Por Crónica Digital MX
enero 14, 2021

Enrique Cárdenas y Lalo Gattás han sido amigos y socios toda la vida. Cuando Enrique fue alcalde, Lalo fue regidor, ambos siempre caminaron de la mano, aunque siempre el segundo a la sombra  del primero. Y hoy, si sus proyectos cuajan, podrán enfrentarse en las urnas, aunque uno anda en busca de la diputación federal, y el otro tras la alcaldía victorense.

Enrique por el PRI, y Lalo por Morena.

Cuando comían en el mismo plato, jamás se imaginaron que serían rivales, y aunque no se sabe a ciencia cierta si mantienen intacta su amistad, lo cierto es que ambos andan en bandos diferentes. Así es la política ahora: un reverendo desmadre.

Este ejemplo viene al caso para ilustrar cuánto ha cambiado Tamaulipas en los últimos cinco años. La clase política perdió identidad. Se perdieron los valores partidistas y el pudor; los escrúpulos fueron despedazados por la ambición y por el poder corruptor del dinero. Hoy, no se sabe quién es quién: el priísmo, el panismo, el morenismo, el perredismo, riman tanto, que no sorprende saber que todos acaban en lo mismo, o buscan lo mismo: el dinero. Los principios y las ideologías fueron botadas al carajo.

Hoy sin sonrojarse, el PRI, el PAN y el PRD, se unen para ir juntos en la misma boleta, lo que antes era impensable; son alianzas antinatura; ambiciones sin sustento. Aunque también existe la unión Morena-PES. La izquierda y la ultraderecha juntos por la misma causa: gobernar a como de lugar: es la prostitución de la política llevada a su máxima expresión.

Y no se trata de ser puritano ante los acontecimientos, por el contrario, es una pequeña muestra para ilustrar que la política partidista es basura, y que ha llevado a perder toda credibilidad ante la ciudadanía.

Fue en los tiempos del salinismo cuando la política partidista se empezó a prostituir con las famosas «concertacesiones». Gubernaturas, diputaciones, y alcaldías se negociaban ante los ojos de todos. Ahí fue cuando nació la mafia del poder; el PRIAN se empezó a ver como una figura política normal. La descomposición llegó con la alternancia partidista en el país en el años 2000, cuando el PRI fue sacado de Los Pinos por Vicente Fox. El PAN para gobernar el país tuvo que sentarse en la misma mesa con los gobernadores priístas y los arreglos y acuerdos políticos se instituyeron hasta la fecha.

En Tamaulipas, el PAN ganó la gubernatura, gracias al hartazgo priísta, pero también a la traición de los mandos priístas hacia sus bases. La inmunidad sobre Egidio Torre, es el mejor ejemplo.

Por eso, hoy no sorprende ver a Yalheel brincarse al PAN y enarbolar su bandera en Nuevo Laredo, sin la menor vergüenza. En Victoria, Almaraz, y todos los operadores priístas enlistados en la nómina de Acción Nacional, refuerzan la afirmación.

Los actores políticos y los partidos han perdido toda la dignidad, por eso la gente está hastiada de ellos. No hay a quien irle. Por eso cuando preguntan quién va a ganar? o quién es el mejor?. Sencillamente no hay respuesta, porque todos son iguales.