En alguna ocasión, escuchamos en una cena privada con un ex candidato de oposición con sobrada autosuficiencia y desfachatez, al ex coordinador de comunicación social de Tamaulipas Guillermo Martínez García, despotricando y acusando sin respeto ni reparo a su entonces jefe el gobernador Egidio Torre Cantú.
Estaba a punto de llevarse a cabo la elección de candidatos a las diputaciones federales en donde por cierto, el PRI se llevó carro completo.
Desde esos meses el ex opresivo jefe de prensa y vicegobernador, preparaba y cuidaba su salida de manera artera y convenenciera lavándose sus manos de toda culpa.
Aseguraba: “Ya le dije al gobernador, que el peor error que pudo haber cometido en su gobierno, fue haber metido al penal a Mario Ruiz Pachuca –ex jefe de prensa de Geño Hernández Flores–; ¡pero el pinche Egidio no entiende!..”
Avieso y ladino como siempre, el ex vice gobernador Martínez García lo señalaba fuertemente.
Actualmente, se presume en altas esferas de la comunicación a nivel nacional y regional que “Memo” Martínez García, es el causante, provocador y acuchillador en publicaciones de corte suprarregional y nacional en diferentes medios de comunicación en contra del actual gobierno.
Verbigracia Multimedios Estrellas de Oro, Reporte Índigo, Milenio y El Norte.
¿Hasta cuándo Memo Martínez contará con el poder para hacerlo?..
Sencillo: hasta que el balance económico que haya dejado pagado y todavía tenga en ‘saldo a favor’ se le agote; y/o, cuando todo se concatene para que las autoridades le echen el guante a este presumible delincuente político.
Si alguien tiene que pagar los excesos y el abuso de la administración anterior, léase Mauricio Filizola, Manolo Rodríguez, Homero de la Garza Taméz; el actual rector de la UAT Enrique Ettiene, José Manuel Basave Benítez, Jose Isauro “Pepito” Flores y el ex alcalde Gustavo Torres Salinas: no le busquen. Memo es el candidato. Con todos hizo negocios y mucho dinero.
Los ataques mediáticos al nuevo gobierno estatal ‘espoleados’ y ‘cuchiliados’ por este sujeto, es la prueba de que Guillermo Martínez García, ya siente la ley como una horqueta en su nuca.
El brazo de la justicia, está a punto de alcanzarlo.
Muchas gracias y hasta pronto…