En el 2019 el fundador de Morena Jorge Salomón enfrentó a los priistas que en ese entonces buscaban arrebatarles las candidaturas a los verdaderos militantes. En compañía de más miembros de su partido que lo arropaban, discutió ferozmente protestando contra quienes llamó cascajo del PRI. En su cara, les dijo a Alejandro Rojas y a Renato Molina que el pueblo no votaría por ex priistas porque ya los conocen.

En un evento en Ciudad Mante Salomón exigió a la dirigencia estatal y nacional, casi al borde del llanto, que los tomaran en cuenta para las posiciones a repartirse: “no nos humillen más”, exclamó en esa ocasión. Sus exigencias no fueron escuchadas.

El desenlace de esa afrenta que la dirigencia nacional hizo a fundadores y militantes fue que Morena se erigió como el gran perdedor de la elección.

Lo anterior sale a relucir porque en la presente contienda electoral el partido Movimiento de Regeneración Nacional volvió a humillar tanto a fundadores como a militantes que querían y habían trabajado para lograr una candidatura.

Como hace dos años, Morena repartió las posiciones entre priistas, ex priistas y ex panistas, como por ejemplo Erasmo González Robledo, Olga Sosa, Eduardo Hernández Chavarría, Eduardo Gattas, Armando Martínez, Carmen Canturosas, el hijo de Maki Ortiz, sólo por mencionar algunos.

Lo peor es que el golpe de Morena a los fundadores y militantes ya estaba planeado, y como se dice en el argot de la fuente policiaca: con premeditación, alevosía y ventaja, prepararon la estrategia para dejar fuera de toda posibilidad de defensa al dirigente estatal, a fin de que no pudiera intervenir en apoyo a los aspirantes que se quedaron fuera.

Y es que desde el 30 de marzo, previendo que se darían numerosas protestas, la representación del Movimiento de Regeneración Nacional ante el Instituto Nacional Electoral (INE), a través de un documento (cuya atenticidad está por confirmarse) que entregó a Edmundo Jacobo Molina, secretario ejecutivo del INE, hizo a un lado al presidente estatal de dicho partido.

El mencionado documento dice textualmente: “Se delega la facultad para realizar los registros para el proceso electoral concurrente 2020-2021 de todas las candidatas y candidatos de Morena al C. Gonzalo Hernández Carrizales, representante propietario de Morena ante el Consejo General del Instituto Electoral de Tamaulipas”.

El documento fue elaborado y firmado por el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, un abogado que se desempeña como representante propietario de Morena ante el Consejo General del INE.

Habrá que esperar la reacción de los inconformes por las candidaturas de priistas y ex priistas, para saber si aún con el supuesto documento procede la impugnación que hicieron ante el Tribunal, o de plano los dejaron atados de manos para que sigan esperando por una oportunidad.

Lo que sí es una realidad es que una vez más, Morena humilló a fundadores y militantes, quienes hacen trabajo todo el año, pero a la hora de las candidaturas los dejan “fuera de la jugada”.

Como siempre la mejor opinión es la de usted, amable lector. Hasta la próxima.