viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

ENTRE NOS / El dinero de todos Columnas

Por Crónica Digital MX
noviembre 16, 2017

Sin lugar a dudas, el dinero que se reparte a los partidos políticos vía prerrogativas oficiales tiene origen y éste es en la ciudadanía: usted y nosotros que de alguna forma cubrimos impuestos y derechos para que las autoridades tengan liquidez.

De otra forma, ¿de donde sacaría la autoridad dinero si no es del ciudadano? No decimos que no sea correcto: lo que no es adecuado es ver que pagamos mucho pero mucho dinero en relación a lo que recibimos, es decir, no justifica el alto porcentaje de impuestos con la escasa obra pública y cobertura de servicios en el país que ha sufrido en los últimos años problemas bastante serios, además de un saqueo irrefrenable e inmoral.

Duele, molesta, enoja ver los millones que se llevan estos señores que se nombran entre sí “representantes populares” y que cobran en la Cámara de Diputados y Cámara de Senadores, y además, autorizándose un bono extraordinario por conclusión de sus obligaciones.

La pregunta que nos hacemos muchos es si hay alguna forma de detener la voracidad con que se conducen, y si legalmente se puede otorgar ese tipo de emolumentos cuando los salarios suben un porcentaje que no se nota siquiera: uno o dos pesos por año.

No piensan estos señores que los mexicanos tenemos necesidades y ambiciones, sueños y pagos qué hacer; que tenemos obligación con servicios del Estado tales como energía eléctrica o agua potable, que pagamos teléfono y otros servicios como televisión por cable u otros, y que cubrimos las alzas del gas, las tortillas o la gasolina, que día a día sigue su escalada en detrimento del patrimonio familiar.

Y luego nos dicen que han logrado que haya un presupuesto mayor para Tamaulipas. Es parte de su trabajo el ver que el dinero se emplee en lo que se requiere, y si la entidad muestra proyectos de crecimiento industrial y de otros recursos como el petróleo y los parques eólicos, lo mínimo que podían hacer es gestionar el dinero con el que México tendrá esos recursos.

Porque es bien sabido que lo que se genera en estos rubros no es exclusivo para nosotros, sino que es para los mexicanos.

Pero, sinceramente, diga usted si conoce a alguien que tenga un buen concepto de este grupo de personas que viven del presupuesto.

Ya ve usted lo que sucedió con el caso del muchachito hijo de una legisladora que violó dos veces su inhabilitación oficial, en un alarde de influyentismo desmedido y “valemadrismo” por parte de sus progenitores.

Y casos de ese tipo, vemos muchos, desgraciadamente, todos los días.

Dice el gobernador de Tamaulipas, a través de sus colaboradores que buscarán que ya no usen vehículos oficiales para asuntos personales y es una medida que se ha visto muy bien, se aplaude y se exige cuanto antes. No tenemos por qué pagar la movilización de ningún servidor público, y cuando decimos “ningún”, es total, general, porque para eso ganan y muy bien.

Se requiere otra mentalidad para administrar el dinero de todos. recordemos, las autoridades no so dioses ni su opinión es sabia: son humanos con virtudes y defectos y también se equivocan, y tienen la obligación de hacer lo mejor posible por sus representados.

Merecen el reconocimiento cuando hacen bien las cosas, y la crítica cuando surgen inconvenientes, pero hay que ubicarlos: no son perfectos y pueden enmendar cuando se debe.

Así que, el dinero de todos debe estar bien repartido: no más presupuesto a los partidos políticos ni a gastos personales de servidores públicos.

No más aumentos a gratificaciones de ese grupo de vividores llamados diputados y senadores, y deberíamos exigir se de marcha atrás a esa disposición inmoral, injusta e inhumana, que afecta a los mexicanos.

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