Este primer domingo del mes de marzo se llevó a cabo el llamado “Día de la Familia”, y hubo una serie de actividades tendientes, en su mayoría, a fomentar esa convivencia familiar que día a día, y “like” a “like” se va perdiendo, parte, porque hoy las familias tienen otra constitución, y parte, porque es más importante para casi todos tener el Facebook actualizado y dar “like” a todos los amigos que convivir con los nuestros.
Y el Sistema DIF estatal organizó una serie de eventos que la verdad sea dicha, tuvieron el encanto de la multitudinaria participación de chicos y grandes cn sus padres, y algunos con sus abuelos, en lo que se constituyó como una verdadera convivencia de la familia, de sus miembros, y se trató de ensalzar los valores aquellos que nos enseñaron los viejos, nuestros abuelos, y que tienen que ver con la comunicación interpersonal entre todos, la comunicación afectiva con los seres queridos, en forma horizontal y vertical, de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo y viceversa.
Esa comunicación de la que tanto peleamos todos los días cuando vemos a los hijos como zombis “navegar” en Facebook, demostrando que tienen una gran capacidad para manejar “emojis” y frases que rayan en la ridiculez, propiciando una valentía para insultar con palabras que lejos de ser altisonantes tienen mucho de vulgar y de corriente, y que hoy, nuestros hijos utilizan como decir “buenos días”.
Hay mucho qué hacer en áreas de recuperar esa figura de la familia de antaño, y no hablamos de estar nostálgicos por todo tiempo pasado, como buenos viejitos, sino de recuperar lo que nos da valor y nos valoriza como seres humanos, propiciando que volvamos a recordar los gustos de cada uno de los miembros de la familia, sus fechas importantes y las relaciones que en torno al hogar se crean y desarrollan, aprendiendo a resolver los conflictos que ahí surgen y se solucionan con un amoroso efecto de reconciliación.
No podemos olvidar que la base de la sociedad es la familia, y que se puede y debe hacer mucho en ese sentido, que tenemos, cada uno de nosotros, la obligación moral de apoyar a los miembros de ésta, y sobre todo, entender que hay formas para hacer crecer esos valores éticos y morales que siguen siendo la base del desarrollo del ser humano, y que se han perdido gracias a la desmedida ambición de la gente por acabar con los de enfrente a base de diatribas, rumores y malas vibras que dañan irremediablemente, aunque, a futuro corto, los que salen con el daño son los que propician estas actividades inmorales.
Y las actividades de este domingo realmente estuvieron interesantes y divertidas: hubo un poco de todo, y la participación, según la información oficial, fue muy buena, es decir, mucha pero mucha gente aprovechó estas acciones que encabezó la primera dama del estado, Mariana de García Cabeza de Vaca, con un emotivo mensaje y participación en varias de las actividades.
Nos queda hacer una reflexión sobre el tema, y es que el día de la familia debiéramos de festejarlo todos los domingos, los lunes, los miércoles y así, toda la semana, porque nadie sabe el tiempo que convivirá con sus seres queridos ni el tiempo que estaremos juntos. Nadie puede predecir el futuro, pues, y es lo mejor que podemos hacer cuando aprovechamos los momentos de convivencia.
Atrás dejemos los “likes” y superficialidades del Facebook o de Instagram, los mensajes de Twitter y esas redes sociales, y aprovechemos la mejor de éstas que no requiere red WiFi ni datos · o 4-G, sino una enorme y gran voluntad para convivir.
Pregunte a su pareja que qué le pareció el partido de hoy o el programa musical determinado, y verá que cambia todo el panorama y aprendemos a vivir mejor, porque los seres humanos, quitándonos el enajenamiento que nos estupidiza con un teléfono móvil, parece que aún seguimos siendo la especie más inteligente de la creación.
Es hora de demostrarlo a los nuestros, porque son los que lo disfrutan… o lo padecen.
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