viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

ENTRE NOS / Día del Médico

Por Crónica Digital MX
octubre 24, 2017

No alcanzaría la edición de esta jornada para enumerar uno a uno el nombre de los médicos que han significado algo en la vida, que han tenido repercusión en lo que hoy somos, o en la forma en que vivimos. Los médicos son siempre ese ángel guardián que nos orienta para conservar la salud, y en algunas ocasiones, quienes son los encargados de salvaguardarla a pesar de opiniones adversas o actitudes contrarias a un buen procedimiento, hechas inclusive por nosotros mismos, en un afán por autodestruirnos que se refleja de forma inconsciente.

Este lunes amaneció el sector médico de gala, porque en el país se celebró el día del Médico, y hubo eventos en todo el territorio, desde el que encabezó el presidente Peña en la ciudad de México, hasta los que han encabezado titulares del Sector Salud en las entidades federativas.

El día del médico es un buen pretexto para agradecer y reconocer a esos individuos que, sin medir a veces su tiempo y esfuerzos, han estudiado los pormenores de diversos padecimientos, con la idea de darnos la cura a los males que nos aquejan y que muchas veces llegan al final del camino, haciéndonos perder la existencia, o dejando personas con discapacidades tales que les es prácticamente imposible volver a vivir dignamente.

Son ellos los que deben interpretar nuestras frases y quejidos, los que tienen que saber por qué nos duele tal o cual parte del organismo, y si el dolor es punzante, vibrante o de qué forma, y cuando se repite, en qué frecuencias y más. Los pormenores de cada padecimiento que todos los días tienen formas distintas deben encontrarlos y darnos un diagnóstico adecuado, para que, en la cura o tratamiento para encontrarla, puedan ellos alcanzar una satisfactoria respuesta.

Son los médicos los ángeles guardianes de casi todos nosotros, porque tienen en sus manos la encomienda de salvaguardar nuestra tranquilidad física y a veces mental, a base de tratamientos que, muchas veces, se fundamentan en la receta de fármacos, pero otras, en la forma en que nos hacen abordar las circunstancias, que probablemente tienen una orientación equivocada que nos lleva a no tener esa forma para aliviar los malestares.

Son los que saben la diferencia entre un analgésico y un antibiótico, un relajante muscular y un antihipertensivo, cuántos y de qué forma debemos adoptarlos para lograr bienestar personal y familiar.

Y el día del médico es un buen pretexto para hablar con ellos y dedicarles un mensaje3 de aliento, de admiración, de felicitación, y recordarles que muchas pero muchas vidas están en sus manos, y que hay mucho qué agradecerles por lo que tienen como misión en la vida, porque vaya que su labor titánica a veces no es reconocida, pero altamente favorecida por el conocimiento que tienen y profesan en cada consulta.

Dicen que hay algunos malos médicos, y suponemos que esos no son médicos: son gente que estudió medicina para lucrar y ver en cada persona que se duele un pretexto para engrosar las cuentas bancarias.

A esos no los felicitamos, porque no requieren de buenos deseos, sino de una tremenda lástima por prostituir la actividad tan especial y magnífica que es la medicina.

No somos de la idea de que todo es entregar sin recibir: estudian para vivir de su profesión y curar a los demás. Ni una cosa sola ni la otra.

Son profesionales de la salud preparados con los últimos adelantos para ofrecernos las mejores alternativas de curación o control.

Son la guía para un tratamiento eficaz y una orientación adecuada que nos permita vivir bien, vivir mejor, vivir como vive una persona: dignamente.

Es por ello que hoy reconocemos la labor de tan especiales profesionistas: a todos los médicos de la región, de la ciudad y cerca de nosotros, nuestros parabienes, deseando que el Creador siga bendiciendo su conocimiento y sus manos, para que sigan entregando salud y bienestar a sus semejantes.

Felicidades, médico, en tu día.

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