Ahora que los partidos, los grupos de poder político y económico, y los aspirantes están metidos en la lucha por saber quién será el candidato a la gubernatura de Nuevo León, existen opiniones muy sensatas de especialistas serios y personajes nuevoleoneses de bien, que están preocupados por como se están llevando los procesos internos para definir los nombres de los protagonistas del 2021.

Después de los malos gobiernos del pasado y de la decepción que se llevaron los nuevoleoneses con El Bronco, no quieren que la historia se repita; el Estado no puede caer en manos improvisadas, ni en gobiernos mediáticos, encantadores de serpientes que gobiernen con ocurrencias o lo que digan las encuestas.

El próximo gobernador de Nuevo León no puede ni debe salir de un capricho. La responsabilidad de elegir un buen gobernante es de los ciudadanos, pero también de los partidos políticos que están obligados a ser los filtros para que no se cuelen a las candidaturas falsos mesías que no tienen el perfil ni la experiencia de gobernar.

Los que quieren ser, primero deben mostrar sus razones y sus méritos para el cargo. Nuevo León es un Estado que está en la dinámica de los negocios de México y del mundo y necesita un líder con experiencia, que conozca la administración pública y tenga una visión clara del desarrollo de la entidad. Es un peligro que caiga en manos de  personas que ambicionan y quieren el poder a costa de lo que sea.

Académicos de la UANL, Tecnológico de Monterrey, UDEM, y algunos historiadores del estado, están proponiendo que la IP regia, que tiene un gran peso e influencia política y económica en el Estado, exija a los partidos políticos a que se despojen de intereses particulares y de grupos, y designen candidatos que no solo se comprometan a servir a Nuevo León, sino que sean personas con prendas de servicio probadas. Están proponiendo que sea la clase empresarial local la que se convierta en un árbitro moral que vigile quien llegue al poder estatal, y que la persona elegida no solo conozca y busque soluciones a los problemas de movilidad, contaminación y seguridad, sino que tenga la experiencia y visión de gobernar a los nuevoleoneses.

Que a los aspirantes los cuestionen desde ahora.

Tienen Samuel García la experiencia para gobernar un Estado como Nuevo León?, Luis Donaldo Colosio?, Clara Luz Flores?, Tatiana Clouthier?, Victor Fuentes?, Ildefonso Guajardo?, Adrián de la Garza?, que son los que aparecen favoritos en las preferencias de sus partidos. 

Las experiencias recientes demuestran que el pueblo se equivoca, pues cuando va a votar lo hace movido por el enojo de los malos gobiernos, o engañados por figuras baratas que se publicitan mucho pero que no son garantía de nada. ¡Cuidado con eso!, alertan.

Exigen los académicos, que hoy los partidos sean los que garanticen la postulación de los mejores candidatos, y que los grupos empresariales den su aval a quien tenga la capacidad de gobernar Nuevo León, pues es muy peligroso que el gobierno caiga en manos inexpertas que vengan hacer daño como los que han llegado al palacio de cantera.

Nuevo León necesita un gobernante con una formación integral que le de nivel y resultados al Estado; hay que frenar a los candidatos y gobernantes de caras bonitas, de discursos estridentes, o surgidos de encuestas maquilladas. 

Nuevo León necesita para el 2021, el voto inteligente de la gente donde la razón se imponga a los sentimientos.