viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

Los mensajes de la elección

Por Crónica Digital MX
junio 4, 2019

Muchos aun se están preguntando qué fue lo que ocurrió el domingo 2 de junio en Tamaulipas, cuando algunas encuestas (que ya no es método confiable para medir la percepción ciudadana) ponían a Morena en posiciones de ventaja en algunos distritos, y al PAN lo daban como ganador de la elección, pero no con esa contundencia.

No hay que quebrarse la cabeza para entender lo que pasó. El PAN y el gobierno estatal no tenían otra más que ganar; como fuera tenían que hacerlo, y así lo hicieron. Sale sobrando alegar o cuestionar si apenas fue con el 33 por ciento de los votos. Salió a votar la estructura panista, la que cuesta dinero mantenerla y construirla; ganaron con su voto duro; con eso fue suficiente. Tocará a la fiscalía electoral valorar y revisar si las denuncias proceden, pero como se ve, resulta difícil que modifique el resultado electoral.

El PAN obtuvo 418 mil votos. En los tiempos del PRI, ese era su voto duro, con eso era suficiente para mantenerse en el poder, aunque su imagen fuera un desastre. Hoy el PAN, si aspira a algo más, debe subir a los 550 mil votos para no tener sobresaltos futuros.
Tocará al PAN como partido y al gobernador como jefe político del partido en Tamaulipas replantear la estrategia política para lo que viene, si su intención es seguir en el poder más allá del 2022. Por que se valen los festejos y los júbilos tras estos resultados, pero hay que ser objetivos y autocríticos que bajo otras circunstancias, si la afluencia de los votantes hubiera sido alta, el resultado no sería el mismo, por eso el festejo debe ser con reserva.

Por lo que hace a Morena, ayer mismo lo comentábamos en este mismo espacio, queda claro que no es como lo pintan. Tuvieron 239 mil votos, el 27.5 por ciento del total y no fue suficiente para ganar nada, apenas la diputación del Distrito 11 en Matamoros. La pregunta que se hacen ahora ¿y los votos del 2018…dónde quedaron?

Morena si quiere mantener el segundo lugar como fuerza política, esta obligado, primero a trabajar y entender su circunstancia como partido político, no como un movimiento social amorfo que camina sin dirección, pero sí con muchas luchas intestinas que lo desgastan y lo dividen como ocurrió en sus procesos internos.

Los dirigentes de Morena, sobretodo los aspirantes a la gubernatura como Américo Villarreal, Héctor Garza González, El Guasón, José Ramón Gómez Leal «JR», Mario López y Adrián Oseguera están obligados a construir estructuras conjuntas de cara al 2021 cuando venga la elección para elegir diputados federales, y el 2022 cuando se dispute la gubernatura.

Los aspirantes morenistas deben hacer a un lado protagonismos y evitar pleitos que hoy todo mundo ve mal y provoca desencantos. Esta elección del domingo, debe ser una lección para ellos y sus simpatizantes. Ser la segunda fuerza política en Tamaulipas es un reto, pero si mantienen esa conducta conflictiva, serán un remedo electoral en el 2021.

En cuanto al PRI, hay poco que decir. Aunque merece un análisis amplio. Queda claro que su futuro es el peor de todos. Logró 87 mil votos, apenas el 10 por ciento del total, una cosa terrible para el priismo.

Dicen que hay que entender los mensajes que dejan los triunfos y derrotas. Cerrar los ojos y hacer como que no pasa nada, es irresponsable. En el PAN y en el gobierno, ademas del festejo hay que poner en su justa dimensión el triunfo. Para Morena, las señales son claras, y para el PRI, es un ultimátum para su supervivencia en la lucha electoral. En cuando a los demás partidos, son lo de menos. Casi no cuentan.