El episodio político que vive Monterrey, desde cualquier óptica que se le quiera ver, parece una tragedia, una comedia, un drama y hasta un guión de suspenso que le daría escalofrío al mismo Alfred Hitchcock. Y es que un día provoca enojo, otro risa y en el peor de los casos incertidumbre, porque no es posible que la segunda ciudad más importante del país, siga en vilo políticamente.

Aunque haya un Concejo Ciudadano gobernando la ciudad, Monterrey no deja de estar al garete, porque todo lo que se diga y se haga política y administrativamente, es provisional, y eso en la praxis política es nada; es, dirían los existencialistas vivir en lo absurdo: donde todo es angustia y sin sentido.

¿En qué va a terminar todo esto?, ¿a quien le beneficia que Monterrey siga así?, ¿estos dimes y diretes, acuerdos y desacuerdos de las instituciones electorales a quienes buscan favorecer?, ¿hasta dónde es cierto que existe un plan para que esto se siga enredando y todo quede como está?. Ahora resulta que la elección será el 23 de diciembre y no el 16 como se había anunciado inicialmente.

Para el PAN y sus aliados, ésta decisión de llevar la elección a los “días de fiesta”, beneficiaría al PRI y a Adrián De la Garza, porque tienen la vieja creencia de que mientras no salga a votar la gente, el PRI gana porque cuenta con una estructura y un voto duro que le daría el triunfo. El PRI dice que le da igual y que las votaciones se pueden hacer hoy mismo. Otros, que pudieran tener algo de razón, creen que hay intereses del Gobierno del Estado y de algunos sectores afines en el PRI para que esto se enrede más y que el Concejo que hoy encabeza Bernardo González se quede los tres años para que así, se posicione y crezca políticamente para que en el 2021 pueda presentarse como una opción política para contender por la gubernatura por la vía independiente.

Monterrey, electoralmente es un rico filón político que no solo interesa a los grupos locales. Existe en el gobierno que encabezará Andres Manuel Lopez Obrador un interés particular por quedarse con el gobierno de la ciudad, por eso es que Morena decidió sacudirse al “Pato” Zambrano de la candidatura para poner a un candidato o candidata que responda cien por ciento a los intereses nacionales de Morena y de AMLO, aunque hay opiniones de “mentes chiquitas” locales que Morena quiere beneficiar al PRI y a Adrián. La verdad es que hay mano negra desde el círculo político de Andrés Manuel para arrebatarle al PRI y al PAN el protagonismo electoral en estas elecciones que vienen, y si priistas y panistas siguen confrontándose, los morenos pueden comerles el mandado.

Monterrey es hoy, la manzana de la discordia de todos y existe un aquelarre de intereses perversos que se están llevando entre los pies a la población regia, que está muy molesta con los partidos, incluyendo los que se presumen independientes o gobiernos ciudadanos, pues no deja de ser una vergüenza política que la poderosa cuidad industrial, capital económica del país, sea hoy rehén de partidos y camarillas que están viendo y pensando en ellos y en el relevo del poder en 2021.

¿Qué va pasar entonces en los próximos días?. Puede pasar todo, y nada. Que ésta tragicomedia se siga enredando. Que el 24 de diciembre amanezca como ahora: todos entrampados, denunciando fraude electoral, o que el 23 de diciembre las casillas luzcan vacías y que se elija a una administración con la votación más baja de la historia.

Lo único cierto es que la elección extraordinaria de Monterrey se va a dar en medio de la incertidumbre, entre dudas y desconfianzas, donde todos se van a cuidar de todos.

Ayer un regio lo decía en medio de rabia y tristeza con mucha razón:

“Monterrey no se merece esto. Que sea lo que Dios quiera, y no lo que quieran estos que nos tienen jodidos ahora”.