Ya en frío, y pasada la escaramuza mediática por la desaparición de poderes en Veracruz, Tamaulipas y Guanajuato, se concluye que Ricardo Monreal quería tumbarle al PAN la bandera contra Cuitláhuac García en Veracruz, y sentar las bases para ir por Miguel Angel Yunes, que es el verdadero pendiente que trae Andrés Manuel López Obrador en su lista de ajustes de cuentas.

Tamaulipas y Guanajuato fueron dos pretextos para Monreal y Morena. Veracruz, finalmente pasó a segundo plano de los panistas. Los monrealistas, dijeron ayer, que Andrés Manuel quedó gratamente complacido por el montaje que hizo el zacatecano, que se ha convertido de facto, en el verdadero secretario de Gobernación del gobierno de la Cuarta Transformación y que está metiendo la mano en todos los asuntos internos del país.

El dictamen sobre la desaparición de poderes en Tamaulipas y Guanajuato, vendrá en negativo, aunque sean mayoría los senadores de Morena en la Comisión de Gobernación, que el próximo lunes o martes debe ser llevada al pleno.

Monreal es un tipo perverso que le sabe mover a la grilla legislativa y palaciéaga, y que hace todo lo que le ordena el Presidente. Cuando se acordó en Palacio Nacional la destitución del Fiscal Especial de Veracruz, Jorge Winckler, se inmediato se tomó la precaución de armar un plan para detener el enojo y la ofensiva del PAN, que consideró desde un principio la desaparición de poderes en Veracruz. Monreal, fue quien propuso contenerlos, revirando con la desaparición de poderes en Tamaulipas y Guanajuato, «si ellos piden Veracruz, nosotros queremos Tamaulipas y Guanajuato».

Y así fue:el PAN se atrincheró, y soltó Veracruz; ahora Morena va por Yunes.

Este escandaloso ruido levantando en los medios y en las redes, sirvió además a Monreal, Morena y a AMLO, sentar al PAN en la mesa y negociar algunos acuerdos de corte político. Y aquí Marko Cortés, que le gustan los arreglos en lo oscurito.

En todo este show montado deliberadamente por Monreal, quedan en claro dos cosas: El presidente Lopez Obrador está, aunque diga lo contrario, utilizando al senador zacatecano como perro de presa para someter y acalambrar a sus adversarios políticos, de cara al 2021, y para hacer creer que su bandera contra la mafia «prianistas» y los políticos corruptos va en serio. También queda claro que su posición en el Senado, Monreal la está utilizando para cobrar facturas personales.

Ahora los monrealistas dicen que van por la dirigencia nacional de Morena, y ya no solo es Alejandro Rojas el candidato del grupo, si no que se han sumado a Mario Delgado, quien ya decidió dejar el cargo en San Lázaro para ir tras las riendas del partido, también con el apoyo de Monreal.

Monreal se ha convertido en el ejecutor político de mayor confianza del Presidente Lopez Obrador, tanto que la ya le dio línea de rescatar a Morena de las tribus de izquierda que están desde ahora vendiendo dirigencias y candidaturas.

En conclusión, Monreal ha tomado un protagonismo peligroso. La desaparición de poderes, fue un ejemplo de ello, y su lista de encargos personales que le ha hecho el presidente, es larga. Hay que estar atentos a sus nuevas travesuras.