viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

La lucha por el hueso

Por Crónica Digital MX
enero 30, 2019

A principios de noviembre del 2018, justo un mes antes de tomar posesión como Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, instruyó a los “superdelegados”, tener armados todos los padrones de beneficiarios de los programas sociales para la última semana de diciembre, con la intención de iniciar en enero del 2019, la entrega de becas para ninis, apoyos para adultos mayores, recursos para el campo y otros, “que la Cuarta Transformación se sienta desde el primero de enero”, dijo.

Para entonces, deberían de estar “palomeados” los nuevos funcionarios federales en todos los Estados, para que estos fueran garantes de la entrega de los apoyos.

En Nuevo León por ejemplo, El Bronco canceló todas las vacaciones al personal del programa “Aliados Contigo” para terminar de afiliar a los beneficiarios de los programas de AMLO, sin embargo no fue suficiente y no terminaron.

En Tamaulipas, pese al esfuerzo de José Ramón Gómez Leal y su equipo de cumplir la encomienda tampoco pudo, aunque en su caso, tuvo muchos obstáculos de logística; prácticamente él anda haciendo sólo el trabajo. Por citar un ejemplo, en Reynosa, de los 15 mil apoyos que se tenían para los jóvenes, apenas lograron empadronarse mil 500; es decir, el 10 por ciento de lo programado.

Y así ocurrió en todo el país, lo que llevó por consecuencia a retrasar la entrega de los programas y también, la designación de los nuevos delegados.

Fue también la guerra contra los huachicoleros, la escasez de gasolina en el todo el país y la trágica explosión en Hidalgo lo que ocasionó que enero, no iniciara como lo tenía previsto el gobierno federal.

Hoy, a casi 60 días del nuevo gobierno, no hay delegados federales, ni nombramientos a la vista y se estima que el retraso se va a prolongar. La razón, dicen, es que existe una encarnizada lucha por los cargos en las delegaciones.

Muchos priístas gandallas se han colado a las listas y esto ha ocasionado presiones y reclamos al interior del equipo de Andrés Manuel López Obrador.

En Altamira por citar otro caso, se había designado ya a un administrador del Puerto, pero cuando vieron sus antecedentes, se canceló su nombramiento.

En el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Consejo de Administración había designado a todos los delegados, pero cuando se dieron cuenta que casi todos eran de filiación priísta, echaron para atrás los acuerdos.

Los grupos de Morena que han trabajado desde algunos años se sienten con todos los derechos para quedarse con los mejores cargos y han cerrado el paso a los arribistas del PRI que hábilmente se han colado y apropiado de las mejores posiciones.

Esto ha provocado que Andrés Manuel de un manotazo en la mesa y los discipline.

Morenistas y neomorenistas, son hoy rehenes de la ambición y la voracidad por alcanzar los mejores cargos, provocando una parálisis gubernamental.

La intención de Andrés Manuel de arrancar a matacaballo su gobierno el 1 de enero, se ha truncado y la causa es por tantos frentes abiertos que tiene y por el pleito de su equipo con  grupo de vivales que hoy se matan por un hueso en la administración pública federal.

Los “superdelegados” que fueron creación de Andrés Manuel para ser sus ojos y sus oídos en los Estados, se han convertido en un estorbo para que el trabajo del nuevo gobierno se sienta y se vea.

En Tamaulipas y en Nuevo León, no sucede así, pero sí en San Luis Potosí donde el representante del presidente tuvo que ser hasta cesado del cargo por acosador sexual.

En suma, la feria del hueso, hoy está frenando el arranque del gobierno lopezobradorista en el todo el país.