Ahora que el Congreso del Estado dio entrada a la iniciativa de reforma a la Constitución para homologar la no reelección y el nepotismo electoral, no aparece nada relacionado con el tema de la gubernatura.
Es verdad que estas figuras que se impulsaron desde el Gobierno Federal y aprobadas por el Congreso de la Unión, estarán vigentes para aplicarse en el año 2030.
Quizás en el tema de la gubernatura, solo aparece lo relacionado con el tema del nepotismo, pero sobre los tiempos electorales.
Antes, es necesario señalar que con estas reformas, generó una serie de polémicas y hasta salió el verdadero ADN de los morenistas y sus aliados como el Partido del PT y el Partido Verde, en especial este último que, en estados como San Luis Potosí, ya pintaron su raya y el gobernador Ricardo Gallardo, prácticamente expuso que le vale las disposiciones de Claudia Sheinbaum y lo que hayan decidido las cámaras así como el propio partido de Morena en lo particular.
En el caso de Tamaulipas, con tanto movimiento político, de encontronazos con Francisco García, la estrategia de defensa en favor de Tania Contreras y la agenda de gobierno, se ha pasado por alto el tratamiento que darán a la próxima elección de gobernador.
Es cierto que en el tema de la no reelección, de aprobarse en Tamaulipas, aplicaría en el 2030, lo mismo para el tema del nepotismo electoral, no se menciona nada sobre la gubernatura de 2 años que le corresponde al estado, para poder homologar este tipo de elección con el resto de los gobiernos que aún siguen con seis años de administración.
Desde el 2014 en el estado, con el gobierno de Egidio Torre Cantú, el peor gobernador que ha tenido Tamaulipas, comenzó a discutirse la posibilidad de tener en el 2016 una gubernatura de 2 años para ir homologando todas las elecciones, como se establecía en la federal, para ir teniendo un solo día de elección.
En aquel momento, Egidio Torre, en su hambre de poder, insistía en el 2014 que Alejandro Etienne sería candidato a gobernador y con ello su sucesor, por eso se amacho en no sumarse a tener un gobierno de 2 años a partir del 2016 y decidió extender esta elección al último.
El desánimo llegó, cuando le impusieron a Baltazar Hinojosa Ochoa como candidato del PRI para la elección de gobernador en el 2016. Al final decidió traicionar a su partido e incluso, pagar parte de la campaña de Francisco García Cabeza de Vaca para que le diera inmunidad política y penal para no ser perseguido y así fue. Egidio Torre nunca fue molestado por el desfalco que cometió en el IPSSET, por señalar un ejemplo.
Con la reforma para homologar la elección de diputados federales, llegó en el 2016 la elección diputados Locales y Municipales de dos años para celebrarse a partir del 2018.
Los cargos de 2 años, sirvió para que Tamaulipas, tuviera homologada la elección de Diputados federales, Locales, Ayuntamiento y una de Senadores cada seis años, dejando pendiente solo la elección de Gobernador que después del 2022 tendría su último período de seis años, es decir, terminar en el 2028.
Para el próximo gobierno de Tamaulipas, si no hay más cambios, será un gobierno de 2 años, es decir, para un periodo que termine en el 2030 y le abra paso a un gobernador con una elección homologada en el resto de las elecciones locales.
Así que, si un panista, un morenista, alguien del PRI o de Movimiento Ciudadano así como del Partido Verde y del PT están pensado desde ahora en las elecciones del 2028 para gobernador, deben estar pendientes de que, solo tendrían un gobierno de 2 años, porque hasta hoy, nadie ha propuesta hacer uso del articulo primero desde el Congreso del Estado, para que se respete su autonomía como poder y hacer una reforma.
Por cierto que en el mes Congreso del Estado, Armando Zertuche Suani, Sergio Arturo Ojeda de Nuevo Laredo y la diputada Ana Laura Huerta Valdovinos del Partido Verde decidieron sumarse a las votaciones de abstención junto con Ismael García Cabeza de Vaca y Vicente Verástegui Ostos.
Los dictámenes que se votaron, forman parte de reformas a una serie de Leyes que provienen de varios grupos parlamentarios pero en su mayoría de Morena y algunos de Humberto Prieto, el Presidente del Congreso.
Desde hace una semana Armando Zertuche ha levantado su bandera de rebeldía y votar en abstención es la primera señal que habla de las diferencias que existen al interior del grupo parlamentario de Morena.