viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

La elección de las mentiras

Por Crónica Digital MX
junio 20, 2022

Han pasado 15 días de la elección más sucia y tramposa de la historia en Tamaulipas, y aunque continúan los pataleos e impugnaciones de los perdedores, se acerca el tiempo de echar abajo las grandes mentiras y ataques con bajezas que se difundieron más que las propuestas en esta campaña.

1.-La mentira o ataque mediático más utilizado hasta convertirse en estrategia de campaña pese a ser infundado fue el Asunto Carmona.
La historia falsa que fraguó y difundió el PAN es que Sergio Carmona era un empresario del huachicol y se dedicaba a los negocios ilícitos; todo con el propósito de desacreditar y manchar a Morena y a sus candidatos que según sus propios sondeos estaban adelante en las encuestas.

Esta historia fue magnificada en medios y a través de comunicadores afines al PAN. Pero Sergio Carmona, nunca tuvo una investigación abierta por algún delito; ni en México, ni en Estados Unidos.

En ninguna de las plataformas de justicia del país, ni del extranjero existe una evidencia de que haya delinquido, o está sujeto a una investigación. La única querella en su contra fue la que presentó el palero PRD en Ciudad Victoria, la que fue alentada y patrocinada por el gobierno estatal.

Con su ejecución, Carmona y sus negocios fueron enlodados y usados por el gobierno cabecista y el PAN para dañar al morenismo. Con ese ardid intentaron dañar, sin lograrlo, a la imagen del doctor Américo Villarreal Anaya, que fue electo, luego que su imagen de honestidad, pesó más en la gente, para darle el voto de confianza y esperanza para lograr un cambio verdadero en Tamaulipas.
Fue así como la mentira mediática de “Los Carmona”, acaba como un fantasma que quedará para el anecdotario de esta singular elección.

2.-La otra gran mentira, y quizás la más vil, fue la que se urdió contra de la familia del doctor Américo, en especial contra Francisco, su hijo: un joven ingeniero biomédico, que a base de esfuerzo ha edificado una empresa de consultoría en Nuevo León y en el resto del país y que jamás ha necesitado apoyo de nadie para convertirse en un empresario exitoso.

Francisco se incorporó a la campaña para apoyar, cómo cualquier hijo lo haría, al proyecto de su padre.
Pero fue alcanzado por la perversidad de mentes torcidas metidos en la campaña del Truko Verástegui, que inventaron noticias falsas a través de medios digitales creados exprofeso para ello:

Como ocurrió cuando crearon un portal falso para fabricar que Francisco había recibido transferencias por más de 20 millones de dólares de “Los Carmona” a sus cuentas radicadas en Holanda y en paraísos fiscales, recursos que serían destinados para la campaña de su padre.

El montaje, se cayó cuando ejecutivos de los bancos mencionados, negaron que existiesen esas cuentas bancarias a nombre del hijo del candidato. Y más aún: cuando la Secretaría de Relaciones Exteriores dijo que el referido joven Médico Francisco jamás ha visitado en su vida el continente Europeo.

Francisco, como hermano mayor, también fue blanco de ataques injustificados, por lo que tuvo que tramitar amparos para evitar ser detenidos por la Fiscalía del Estado, institución que fue utilizada descaradamente y con respetar la ley, para perseguir a personajes morenistas.

La guerra de lodo en la elección que ganó Morena, manchó reputaciones, pero con el paso del tiempo y una vez descubiertas las infamias que hubo como estrategia de campaña, la sociedad tamaulipeca y del país, al paso del tiempo, no se ha dejado engañar.

Y por ello al votar puso en su lugar a los buenos y a los malos.
Ahora solo falta que los responsables de la campaña de lodo, paguen las consecuencias en la responsabilidad que les toca.
Y una asignatura que quedará pendiente en la elección, además de sacudir las mentiras que se dijeron, es revisar el papel de redes sociales, de la prensa y de muchos comunicadores que sin el menor rubor y menos escrúpulos, enjuiciaron familias y personas.

La ética, es un valor que debe reconsiderarse no sólo en política, sino también en el ejercicio de algunos medios ya que algunos de estos últimos se encargaron de echar puños de suciedad.