Han pasado ya más de tres semanas de las elecciones y aún hay muchas personas que se resisten a creer que en Tamaulipas Morena haya ganado gran cantidad de terreno.

Hay quienes todavía se siguen preguntando qué pasó… que si fue un acuerdo, que si los líderes recibieron la orden de no operar, que si Morena ganó bien, que si hubo amenazas para coaccionar el voto, que si hubo alteración del algoritmo en las instancias electorales, etc., etc.

Sin embargo por más situaciones que se puedan plantear, no es lógicamente posible que el PAN haya cedido tanto terreno a Morena el pasado 6 de junio, pues ni en el 2018 ni en el 2019, cuando el obradorismo estaba mucho más fuerte, el partido de AMLO ganó tantos espacios en Tamaulipas. Simplemente no es creíble, sobre todo por la fuerza del blanquiazul en el estado, y por el nivel de educación de los ciudadanos de la entidad que rebasan la media nacional.

Es decir, en Tamaulipas la mayoría de los ciudadanos son personas pensantes y analíticas, y en estas tierras las ilusiones y mentiras no engañan a los electores; por eso, insistimos, algo raro sucedió en los comicios del 6 de junio.

El tiempo irá diciendo lo que realmente pasó, y ya con las dudas despejadas los panistas tomarán la decisión de reagruparse y luchar por mantener el estado en su poder; o dejar que suceda lo mismo que en la anterior jornada electoral. Son muchos y fuertes intereses los que estarán en juego a partir de septiembre de este año, en que seguramente se abra el proceso electoral del 2022.

“Acción Nacional se encuentra en la disyuntiva de ceder la gubernatura en una negociación, o evitar que los tiranos y marrulleros se apoderen de Tamaulipas; aún hay tiempo para enderezar el rumbo, sólo se requiere de un buen candidato y de ir en unidad”, se lee en el muro de un panista de la zona sur.

EL TRUCO PARA PERDER; CHUCHO PARA GANAR

Después del famoso destape del Truco, lo que se viene a la mente del panista tradicional es que tal vez desde ya se piense en entregar definitivamente al estado, pues aunque este tema se analizará en otra colaboración, no es un secreto que César Verástegui solamente tiene a su favor una pequeña zona de influencia y una baja cifra del voto duro.

Sus recorridos en todo el estado para velar por la “gobernabilidad” de la entidad, más que una ventaja, han sido factor para que se haga más de enemigos, que de amigos, porque se dice que no cumple acuerdos.

Por otra parte, Chucho Nader también levantó la mano, y sus números en las últimas contiendas electorales, aunado a los excelentes resultados como alcalde que incluso ha destacado a nivel nacional, lo tendrían que poner en la palestra como el candidato natural del PAN para retener la gubernatura.

Claro que es una dimensión mayúscula comparada con una alcaldía, pero el alcalde porteño ha soportado el vendaval de Morena en las últimas tres elecciones, y en las tres ha ganado todo.

Como siempre la mejor opinión es la de usted, amable lector. Hasta la próxima.