viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

El PRI que no sabe si va o viene

Por Crónica Digital MX
mayo 10, 2021

En el PRI de Tamaulipas existe un cúmulo de emociones y sentimientos encontrados, donde se va del optimismo al pesimismo, pasando por la confusión y el caos.

Para empezar los liderazgos, las corrientes, los grupos, caminan en direcciones y rumbos diferentes; unos van, otros vienen, y la militancia, la que siempre se ha mantenido fiel al partido, está al garete y confundida.

Los liderazgos estatales, fueron empujados por Alejandro Moreno, su líder nacional, a los brazos de los gobiernos estatales; como en el béisbol, les «dio bateo libre» para que jugaran según su conveniencia. Dicho en un lenguaje más mercantil, les dijo: «vendanse al mejor postor con el que dé más», y hoy las consecuencias son fatales y confusas, que no se sabe cual será el final que tendrá el próximo 6 de junio.

Los ex dirigentes del PRI, que se han convertido en agoreros de la tragedia tricolor, aseguran que el PRI no sacará más allá de los 10 puntos en la votación. Los más catastróficos pronostican que perderá el registro.

En el caso de Tamaulipas, todo mundo sabe que los liderazgos del PRI, los operadores, y los cerebros electorales que en otros tiempos le daban y le garantizaban las victorias al partido, hoy están en la nómina del gobierno. Aun siendo priístas, trabajan en contra de su instituto político.

Los candidatos, todos, le están haciendo juego al PAN y son comparsas sin escrúpulos que aplauden a su ex archienemigo Acción Nacional. Figuras representativas del priismo de ayer, hoy son figuras ilustres que cantan el himno panista sin ruborizarse.

El desencuentro que tuvo la dirigencia del PRI que encabeza Edgar Melhem, y la bancada tricolor en el Congreso del Estado por el asunto del desafuero del gobernador Cabeza de Vaca, es una pequeña muestra de que el PRI está «partido en mil pedazos».

El diputado mantense Tino Sáenz, es el mejor ejemplo. Es un hombre que trabajó para los vientos del cambio desde que estos llegaron al poder en el 2016. Su parentesco y su amistad con el secretario general de gobierno, César Verástegui, es más fuerte que sus convicciones partidistas.

Edgar Melhem, por su parte, es un hombre de partido, muy institucional que ha hecho su trabajo como ha podido, con todas las circunstancias en contra. Cuando quiso sumar a todos los líderes y cuadros del partido para dignificarlo como un instituto de oposición fuerte, estos ya estaban en brazos del PAN y del gobierno, y no pudo hacer nada. Alejandro Moreno, ni voltea a ver a Tamaulipas. Lo dejó morir solo.

Hoy con sus candidatos y candidatas, Melhem recorre el Estado, inyectándoles ánimo y coraje, nada más, porque el partido está en bancarrota. Aun así, el riobravense, que será diputado plurinominal en la próxima legislatura, será de los cuadros más experimentados que darán mucho de que hablar.

El 6 de junio, el PRI no tendrá buenos resultados, pero quienes conocen al «dinosaurio», aseguran que en el 2024, puede regresar, cuando Morena esté más desgastado, y el PAN termine por derrumbarse. Mientras tanto, hoy, el ex partidazo da tumbos y camina sin rumbo y dando lástima.