Anoche en la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara, que preside el diputado tamaulipeco de Morena, Erasmo González, ocurrió el primer agarrón de lo que será la batalla por el presupuesto del 2021, que hoy tiene confrontados al gobierno federal, a los gobernadores, a los alcaldes, y a los líderes políticos del país. Nunca como ahora se había visto este escenario de crispación.

Por lo pronto, ayer los diputados de Morena, a regañadientes votaron por la desaparición a rajatabla de 109 fideicomisos prioritarios que le ahorrarán al gobierno de la Cuartaté, 68 mil millones de pesos, pero que borrará del mapa al Fonden, el Fondo para Desastres Naturales, a los Fondos Metropolitanos, a los Fondos del Conacyt, al Fondo para hacer cine, al Fondo para Gastos Catastróficos que pertenecían al Seguro Popular, el Fondo para Atención a Víctimas de la Violencia, el Fondo para Protección para Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos. 

Esto, sin contar los miles de millones de pesos que se recortan a Seguridad Pública, al campo, a obras de infraestructura que tienen molestos a los gobiernos estatales, que ya anunciaron oficialmente que van a ir a la instancias de la Corte para pelear por la vía jurídica, lo que consideran un atraco a las entidades y municipios por parte de la Federación.

En este estira y afloja por los dineros, salen miles de personas y organismos dañados, sobre todo, los más desamparados, como las víctimas de la violencia, los enfermos de cáncer: adultos y niños. Quedan en el limbo muchas obras de infraestructura en el país.

No se sabe en qué va a terminar este aquelarre por el presupuesto, pero no se ve nada bueno, ni esperanzador para muchos, pues Andrés Manuel López Obrador en su austeridad extrema y en sus visión generalizada de que todos están contaminados por la corrupción, está afectando a sectores sensibles y lastimados de la sociedad que nunca habían sido tocados como ahora.

Entre los mismos Diputados de Morena hay desacuerdo por la forma en que se están realizando estos ajustes, y existe un enojo de su parte porque los están obligando y amenazando para que voten sin respingar la orden presidencial.

Este mismo martes por la noche, en donde se votó por la desaparición de los 109 fideicomisos, legisladores morenistas que levantaron la mano para votar, no se quedaron callados y lamentaron que las cosas se estén dando de esta manera.

Tres de las diputadas que se inconformaron fueron: Rocío Barrera de la Ciudad de México, Lidia García de Hidalgo y Laura Imelda Pérez de Jalisco.

“Sí hay prioridades, pero no se puede dejar indefenso a nadie. No defiendo los fideicomisos por haberme visto beneficiada, defiendo a las más de mil 300 personas que están en el Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos”, argumentó la Diputada Rocío Barrera.

Cada año, suceden estos encontronazos por el presupuesto, pero esta vez es descomunal el tijeretazo, y no se ve que vaya haber reconsideraciones de parte de AMLO.

En lo político se pueden dar este tipo de enfrentamientos y al final se llega a una negociación, pero cuando es dinero de por medio, la situación se complica y las reacciones son diferentes de quienes los pelean.

Cuando se recibió el «lineazo» de Palacio Nacional para que se votara a favor de la desaparición de los fideicomisos, un diputado de Morena, vaticinó: «Esto no va a terminar bien».