Está por demás entendido que el caso Lozoya, y la lucha contra la corrupción que arreció el Presidente López Obrador, se inscribe en el contexto de la contienda electoral del 2021, y su objetivo es golpear y desacreditar al Partido Acción Nacional, que en los últimos procesos electorales ha venido a la baja, a partir de los resultados y números de votos que ha recibido.

Si bien, el combate a la corrupción es una bandera que le granjeó miles de seguidores y votos en su camino a la Presidencia a López Obrador, hoy es un pretexto a modo para usarlo electoralmente en contra de sus adversarios.

Ante esto, para ganar o perder esta batalla, las dirigencias y los gobiernos panistas están obligados a atrincherarse y dar la pelea, porque la ofensiva presidencial contra el PAN se va a poner peor, y porque está claro también que Acción Nacional, es el partido que tienen considerado en Palacio Nacional como el verdadero opositor, y la indicación que existe, es atacarlo mediáticamente con todo.

Hace algunas semanas, Javier Corral, Gobernador de Chihuahua, hizo llegar una lista de recomendaciones al Comité Nacional que dirige Marko Cortés, misma que pidió se hiciera llegar a los gobernadores de Acción Nacional; éstas sugerencias piden dejarse de pleitos con el Presidente López Obrador y que se pusieran a trabajar en los Estados para ganar las elecciones del próximo año.

«Ya no le sigan el juego y no caigan en el discurso provocador del Presidente; pónganse a organizar la batalla del 2021, pues solo en las urnas se puede vencer al Presidente», recomienda Corral.

El mensaje, aparte de los Gobernadores, es para la dirigencia nacional de Marko Cortés que sigue viéndose tibio y fuera de lugar cuando encara o critica a López Obrador; esa fragilidad la está aprovechando la Cuartaté para golpetear al PAN.

Pero no solo es Morena y AMLO los que están promoviendo una campaña abierta de desprestigio contra el panismo y sus personajes. México Libre, el partido de Felipe Calderón y Margarita Zavala, que ya están por recibir su registro de parte del INE, tiene entre sus planes arrebatarle la militancia y debilitar las estructuras del PAN.

Hasta donde se sabe, el 60 por ciento del padrón de México Libre está compuesta por ex panistas que migraron del partido cuando Ricardo Anaya, y la actual dirigencia de Marko Cortés se echaron a los brazos del gobierno corrupto de Enrique Peña Nieto.

De acuerdo a los pronósticos, el 50 por ciento de los candidatos de México Libre serán ex panistas y el otro 50, serán ciudadanos sin partido. 

Como se puede ver, el PAN está a dos fuegos de cara al 2021; si hacen caso al llamado de Javier Corral, y los gobernadores se atrincheran en sus Estados, pueden resistir con bien los embates de Morena, AMLO y México Libre; sino, pueden correr la suerte que hoy está padeciendo el PRI que está en caída libre y con el riesgo de perder el registro en las próximas elecciones. Están a tiempo de enmendar estrategias y corregir errores.