jueves 19 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

El enojo justificado de las mujeres

Por Crónica Digital MX
marzo 9, 2021

Han pasado 46 años de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió celebrar el Dia Internacional de la Mujer. Los antecedentes de este día, se remontan a febrero del 1913, cuando las mujeres rusas, antes de que estallara la Primera Guerra Mundial, celebraron el primer Dia Internacional de la Mujer, y en Europa, un año después, el 8 de marzo de 1914, hicieron lo propio.+

De entonces a la fecha, han ocurrido muchas cosas, también han cambiado muchos aspectos para bien de la mujer. Hoy las mujeres votan y tienen acceso a espacios que antes no tenían; hoy existen leyes que obligan a los gobiernos a darle un trato equitativo y justo a las mujeres. Las conquistas, escuchábamos decir este lunes 8 de marzo a mujeres brillantes e impulsoras del feminismo, han sido de gran trascendencia; la lucha ha sido dura, pero existen grandes logros.

Sí, es cierto. La deuda con las mujeres sigue siendo enorme; no hay conquistas que valgan cuando millones de mujeres, siguen violentadas en casa, en el trabajo, en la fábrica, en la escuela, en la calle y en todos los espacios donde se paren.

Las expresiones, las gesticulaciones, los gritos, el enojo reflejado en ellas cuando marchan, y que muchos cuestionan y reprueban, es el ejemplo vivo de que la violencia, el maltrato, la discriminación y el oprobio, siguen ahí en su entorno.

Cada 8 de marzo, y cada vez que tienen la oportunidad de alzar la voz, las mujeres se vuelven más incrédulas sobre lo que hacen los gobiernos para reivindicarlas. El discurso y las promesas siguen siendo las mismas. Este lunes, se vio lo de siempre: gobiernos, casi siempre en manos de hombres, hablando bonito de ellas, y tomándose la foto para salir en los medios. Pura demagogia.

¿Por qué las mujeres que salen a protestar a la calle contra la violencia causan destrozos y daños a los inmuebles públicos y privados?, cuestionan y reprochan algunos.

Es la rabia, el dolor, la impotencia de miles de madres que están hartas de esperar una justicia que nomás no llega para sus hijas, víctimas de feminicidio, violación y otros abusos. Es el hartazgo social por la indolencia de las instituciones que no reconocen la magnitud del problema y lo que es peor, muchas veces se ponen de lado de los agresores y revictimizan a las que tienen el valor de denunciarlos.

La respuesta está que en la calle, la mujer, en medio de la impotencia por la violencia que sufre en casa y en todos los ámbitos de su vida, libera su enojo y su rabia; es una catarsis y un mensaje que envía a sus opresores y a sus verdugos; es un instinto natural; es una reacción a lo que vive todos los días, en este país donde asesinan a 10 mujeres cada 24 horas.

La realidad es que casi nada ha cambiado a pesar de los avances y conquistas que presumen algunos y algunas. Los asesinatos siguen, la violencia, el acoso y la discriminación, de acuerdo a los números oficiales, siguen a la alza.

Ayer 8 de marzo, las mujeres y sus problemas fueron la noticia en el mundo, pero este 9 de marzo, todo quedará en el olvido, y ellas regresarán a enfrentar su realidad en medio del miedo y el terror.

Las fechas conmemorativas, sirven solo para eso, para recordarle al mundo, a los gobiernos y a la sociedad que la deuda con las mujeres es una asignatura pendiente.