Siempre que hay accidentes muchos piensan en la posibilidad de que las víctimas puedan donar sus órganos, porque en una gran mayoría de casos, son personas con un buen estado de salud, que mueren intempestivamente y nada más.

La idea sería poder aprovechar esos órganos para los miles de mexicanos que requieren una córnea, riñón, pulmón, corazón y otros tejidos que son los susceptibles de trasplante.

Como vemos los diarios y medios de comunicación, hay muchísimas víctimas cada año: las estadísticas asustan, y tristemente, esos cuerpos son sepultados y no hay aprovechamiento de órganos que pudieran salvar más vidas. Vida después de la vida sería el eslogan, y tendría un espíritu de solidaridad muy valioso en el mundo entero.

México instrumentó un interesante programa en el que quienes así deseamos nos inscribimos, y nos dan una credencial que nos habilita como donadores. Cuando llega el momento de fallecer, nuestros órganos son aprovechados por quien tiene el banco de órganos y misión de ayudar a los demás.

Otras personas van con un notario para habilitarse como donadores

, y en ese sentido ya no tienen problema, aunque muchas veces las familias no están de acuerdo y no permiten esa donación.

El darse de alta como donador es un acto de humanidad, solidaridad y justicia, y es muy loable por quien lo lleva a cabo.

Esta semana, miembros del Congreso de la Unión -al fin- presentaron una iniciativa en la que se declare a todos los mayores de 18 años como donadores solidarios, sin necesidad de ningún documento, de forma tal que, sin registrarse previamente, nos convertiremos en donadores; la medida parece muy positiva, más, cuando en nuestro país hay una carencia de donadores y de órganos.

Probablemente sería la solución a esta problemática tan severa, y nos ayudaría a tener una mentalidad más solidaria, más humana, y de esa forma podamos favorecer a quien realmente lo necesita.

Buena iniciativa, sin lugar a duda: esperamos se lleve a la práctica en breve, se autorice y tengamos más órganos para esas personas cuya existencia pende de ello.

En ese sentido, habrá que hacer conciencia en todos los mexicanos, principalmente padres de fallecidos y también, por qué no decirlo: los hijos de quienes pierden la vida en situaciones trágicas y su organismo está en buen estado.

La diferencia es que podemos salvar más vidas a través de una serie de trasplantes, y en ese sentido, participamos nuestra solidaria acción en aras de contar con más personas que quieran donar órganos, porque realmente eso nos puede ayudar a miles.

Imagine el lector que alguien fallece y se le retiran los órganos y tejidos necesarios que pueden ser diferencia entre una persona con necesidades y nosotros, y que alguien no permitiera que lo hagamos… no pensamos sea una buena medida.

Finalmente, ni de nuestros hijos somos propietarios, y debemos aprender a despegar esa etiqueta de posesión, y dejarlos que puedan favorecer la vida en otras personas.

Por favor, hagamos conciencia entre ls nuestros en el sentido de que se requiere mucho más donadores en el mundo y específicamente en nuestro México querido. La lista es interminable de quienes necesitan trasplantes.

Y nosotros podemos hacerlo cuando la vida nos ha sido arrebatada y no hay otra opción.

Ese regalo de vida es insustituible y necesario por donde lo veamos.

Somos solidarios, demostrémoslo hoy y siempre.

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