Priistas y panistas pretenden despojar a los verdaderos militantes de Morena la inmejorable oportunidad de agenciarse la candidatura al Gobierno de Tamaulipas y hacer la hombrada en la elección del 2022.

Los “camaleónicos” políticos que hace no más de tres años se subieron al barco de la llamada 4T presumen relaciones al más alto nivel y desde los distintos puntos cardinales de la entidad han enviado señales que les hacen decidir en la vida interna de Morena.

Erasmo González Robledo, exdiputado local y actual legislador federal, primero por el PRI y ahora por MORENA, dice tener méritos más que suficientes para aspirar a abanderar las causas del partido que ahora presume lo arropa.

Antepone su interés personal al del resto de los suspirantes y se dice preocupado por “el bienestar de las familias de Tamaulipas”.

En Madero se le considera el hombre que más influye en el ánimo de quien gobierna ese municipio, Adrián Oseguera Kernión, y en la toma de decisiones, el poder que dice tener, con la anuencia del alto mando partidista, lo hace tomar decisiones para remover e imponer cuadros, en el pasado proceso electoral mucho tuvo que ver en la designación de candidatos.

Otros suspirante “externo” lo es, Felipe Garza Narváez, que durante más de cuarenta años militó en las filas del PRI, partido en el que ocupo posiciones envidiables, diputado local, líder del Congreso, dirigente de la CNOP, además de cargos en esferas del poder público.

El “odontólogo” ya ha sostenido encuentros con otros políticos arrepentidos que optaron por sumarse a Morena; uno de ellos, José Ramón Gómez Leal, exdiputado local del PAN y actual delegado del Gobierno Federal en Tamaulipas, con el que busca ponerse de acuerdo para la etapa sucesoria.

Los tres externos pretenden ganarles la jugada a verdaderos militantes de Morena, o por lo menos con más años en sus filas e inmejorables relaciones con el Poder Ejecutivo Federal.

Tres de ellos: Héctor Garza González, Oficial Mayor de la Secretaria de Economía y junto con, Rodolfo González Valderrama, de los de mayor cercanía con el presidente, Andrés Manuel López Obrador; estos dos cuadros en franco deambular por el territorio estatal, buscando sacarse la rifa del premio mayor.

El último de ellos, Américo Villarreal Guerra, Senador de Morena y cuyo padre, el exgobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Guerra, mantuvo una relación de amistad con el actual presidente de México, una relación privilegiada a la que el político de origen priista busca sacar provecho.

Al ramillete de masculinos se deben agregar los nombres de dos aguerridas mujeres, una de ellas la alcaldesa electa de Morena en Nuevo Laredo, actual diputada local con licencia, Carmenlilia Canturosas Villarreal.

Se agregaría a la lucha interna la alcaldesa de extracción panista, Maky Ortiz Domínguez, recientemente expulsada y con pretensiones de causar alta en las filas de Morena y aprovechar su capital político para “agandallar” la candidatura al Gobierno de Tamaulipas.

 A un año del proceso electoral para renovar el Gobierno de Tamaulipas el partido gobernante, Morena, no es el único que ya envía señales y otorga luz verde a sus cuadros.

En el PAN tres personajes se manifiestan interesados en luchar por lograr la candidatura entre estos, Cesar Verastegui Ostos, actual secretario general de Gobierno; Gerardo Peña Flores, presidente del Congreso Local y Jesús Nader, alcalde porteño.

Por el bando tricolor el expresidente del Congreso Local, Ramiro Ramos Salinas, ha declarado su interés por recorrer los 43 municipios y buscar la candidatura al Gobierno de Tamaulipas, no se ve quien le haga sombra.

En Movimiento Ciudadano, el dirigente nacional, Dante Delgado, Comienza a mover lo que podría ser su pieza más valiosa, el exalcalde capitalino, Arturo Diez Gutiérrez, al Gobierno de Tamaulipas.

El resto de los partidos, denominados “morralla” se sumarían a Morena, PAN o lo que aún queda del PRI, para mantenerse vigentes y conservar su registro estatal, de otra forma se extinguirían.