Finalmente Oscar Almaraz renunció al PRI, como estaba obligado a hacerlo, y de inmediato el PAN a través de su presidente Luis René Cantú, alias «El Cachorro» le hizo la invitación para que el ex alcalde tricolor sea su candidato para diputado federal por el Distrito Quinto.

El comunicado del PAN y en palabras del «Cachorro» dice que Oscar Almaraz, cuenta con la experiencia y la capacidad necesaria para cumplir dicha encomienda, basándose en los resultados obtenidos en diferentes cargos que ha ocupado, y que el conocimiento del ex alcalde de Victoria sobre la gestión de recursos, para beneficio de los tamaulipecos, será fundamental para formar equipo y trabajar unidos por Acción Nacional.

«La capacidad de Oscar no está en discusión. Siempre dije que Acción Nacional buscaría a las mejores mujeres y los mejores hombres, que pudieran aportar su talento en la búsqueda del bienestar de la ciudadanía. Por eso lo hemos invitado a participar con nosotros en el actual proceso electoral”, puntualiza el panista.

El «boletín» de Acción Nacional que aplaude los logros de Almaraz, está para leerse y entenderse más allá de prejuicios y apasionamientos partidistas, pues es extraño que después de todo lo que ha ocurrido en Tamaulipas en los últimos cuatro años, un dirigente partidista se deshaga en elogios para quien fue su adversario. Ningún panista que haya vivido y luchado toda su vida dentro de su partido tendría este rosario de halagos como lo ha hecho el «Cachorro» con el exalcalde victorense que se registrará el próximo domingo en el Comité Estatal del PAN.

Esta escaramuza mediática en la que se cuestiona por un lado y se aplaude por el otro a Oscar Almaraz, solo sirve para saciar el morbo político, pero la verdadera prueba que enfrentará el ex priista, no va a ser el domingo cuando dé la cara a los medios y aparezca portando la camiseta azul. Seguramente en el PAN y en el equipo de Almaraz se están preparando para ese momento.

Pero ese no será el momento estelar de esta historia; lo será cuando el ex edil salga a la calle y a la colonia a pedir el voto. ¿Cómo lo van a recibir los victorenses?, es la duda y la pregunta.

Almaraz sabe que se va a encontrar a unos electores agravados, humillados y burlados por un partido al que ahora él busca representar. El perdón, si es que se le puede llamar así para Oscar, no debe venir de quien lo hizo y lo impulsó políticamente en el PRI, sino la gente que le dio su voto cuando fue a tocar la puerta de sus hogares en el pasado reciente.

La primera semana de calle, será crucial para Oscar y su nuevo partido; si hay reproches y reclamos y los logran superar, estarán del otro lado, sino, se puede caer el mito. Aun falta mucho por ver en que acabara esta historia. Lo que diga y se escriba ahora, sale sobrando.

Talachazos

LA PIPA DE LA PAZ.-Una de las condiciones que puso Max Cortazar para venirse a hacer cargo de la Coordinación de Comunicación Social del gobierno de Tamaulipas, dicen, fue que se suavizara el discurso de confrontación con el gobierno de la Cuarta Transformación. Y así se hizo.

“Vamos a unirnos en estos momentos tan complejos y difíciles; hay que hacer a un lado las diferencias y ver por las familias, los sectores productivos, ayudar a quienes menos tienen, pero generando oportunidades y a la vez llevando a cabo acciones que nos permitan contener al enemigo invisible que es el coronavirus”, declaró el gobernador en conferencia de prensa, apenas el pasado 22 de enero.

El gobernador Cabeza de Vaca, mandó la señal, que en Palacio Nacional recibieron con reservas, aun cuando la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero recomendó reiniciar una nueva etapa en las relaciones políticas entre Tamaulipas y el gobierno federal.

La pipa de la paz, no se ha fumado, pero dicen que ocurrirá en los próximos días y que no será gratis. Alguien, o una de las partes cederá algo o mucho.