Impresionantes las imágenes y videos donde aparecenmuchos –muchísimos- mexicanos solidarizándose con los damnificados de los terremotos que han sacudido a varias regiones del país.
Para aquellos que satanizan a las redes sociales podemos decirles que hoy volvieron a demostrar que, al ser usadas de manera positiva y correcta, pueden ayudar y mucho en situaciones de alto riesgo.
Y es que en materia informativa –no periodística, aclarando-, hay un mundo de diferencia entre el sismo que sacudió a la Ciudad de México en 1985 y al que acaba de ocurrir exactamente 32 años después.
En 1985 los mexicanos que vivíamos –y vivimos- en la llamada provincia nos enteramos de los sucesos del sismo a través de la radio y de la televisión –léase Televisa- pero con muchas horas de diferencia y al día siguiente en los principales periódicos de circulación nacional.
Fueron tiempos de muchísima incertidumbre pues quienes teníanfamiliares en el Distrito Federal (hoy CDMX), no sabían que pasaba con sus seres queridos pues recuerde Usted que también en cuestión de teléfonos sólo se usaban los caseros –léase Telmex-.
Ayer como hoy el dolor es espantoso. Pero gracias a los avances de la tecnología en materia de comunicación muchos supieron pronto de la situación real de sus seres queridos.
(A eso agréguele que en la CDMX a través de los años se ha ido implementado una cultura de concientización en protección civil además de que las nuevas edificaciones cuentan con estructuras que pueden soportar algunos sismos).
Lo que debemos de destacar es como las redes sociales nos han permitido conocer casi al instante la tragedia por la que atraviesan millones de hermanos.
Pero también nos ha permitido enterarnos de historias de valentía y de heroísmo similares a las ocurridas en 1985.
(Y como pasar por alto las estremecedoras llamadas o mensajes en telefonía móvil de ciudadanos revelando estar sepultados bajo toneladas de concreto y pidiendo ayuda).
La solidaridad de los mexicanos es indiscutible y lo que es reprobable es el ver como muchos políticos aprovechan este tipo de situaciones para caer en el grotesco protagonismo.
A esos políticosles decimos que vayan y chiflen su máuser…
LOS INUTILES PARTIDOS POLITICOS.
Ahora bien. En las redes sociales se han viralizado las propuestas para que se les quite a los partidos políticos sus jugosísimas prerrogativas y todo ese mundo de lana se destine a apoyar a los damnificados.
Si bien ese proceso implica todo un laberinto burocrático, lo que si es cierto es como millones de mexicanos se han sumado a esa propuesta.
Lo cual demuestra con clara exactitud como los partidos políticos hoy más que nunca se han vuelto en una pesada carga para el pueblo y son repudiados por el 99.9 por ciento de los mexicanos.
Remember que hace algunas semanas la Iglesia Católica, a través de su semanario Desde la Fe, acusaba como la partidocracia en México es carísima e insultante.
Y es que la jerarquía católica considera absurdo que mientras se presume de reformas para mejorar nuestro dizque sistema democrático, éste cueste cada día más.
Hay mexicanos que creen que exigir que les quiten su dinero a los partidos políticos es nada más que un sueño guajiro.
Y eh ahí el problema: Caer en el conformismo…
TAMAULIPAS SE SOLIDARIZA.
Da gusto saber que muchas asociaciones civiles, escuelas y grupos de ciudadanos se han dado a la tarea de crear centros de acopio para ayudar a los damnificados de los sismos.
Son ayudas espontaneas, de esas cuyos héroes anónimos no están en espera de la foto para las redes sociales ni para los medios de comunicación.
Claro, utilizan las redes sociales pero no para presumir de sus hazañas, lo hacen para invitar a los ciudadanos a que se sumen a tan noble causa.
¡Bien por ellos!…
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