Para quienes siguen pensando que el discurso del primero de octubre del año pasado pronunciado por el gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca fueron sólo valentonadas, podrían equivocarse, porque en el caso de los Fedatarios Públicos los procesos abiertos van en serio y podrían suspender los Fiat que el gobierno estatal otorga a los Notarios Públicos. Además hay otros casos que están en proceso y que sólo depende de que se cumplan los términos o tiempos establecidos por la ley.

Lo cierto también es que las indagatorias tienen una línea que casualmente alcanza a los notarios públicos que le sirvieron a dos de los últimos tres gobernadores priistas que gobernaron Tamaulipas y en lo que ciertamente no figura Egidio Torre Cantú, pero que también podría alcanzarle, sólo en caso de ser de “urgente resolución”.

Pero de que los procesos judiciales van en serio, es más que cierto. Sobre todo porque según los nuevos mandos gubernamentales a los que se vincula otros poderes del Estado, tienen identificados algunos predios que los ex gobernadores priístas se adjudicaron, como se dice comúnmente, por sus “propias pistolas”.

La nueva en asuntos de auditorías y procesos ronda por los municipios del sur de la entidad, para ser más precisos, esta semana iniciaron las auditorías a los denominados OPD, Organismos Públicos Descentralizados, como son las Comapas de Tampico, Madero y Altamira.

Conocidas durante el priato como las “cajas chicas” de las campañas electorales del otrora partidazo. Y que durante ese régimen sirvieron para encarcelar temporalmente a algunos priístas indisciplinados. Pero con la llegada de Los Vientos de Cambio, se está destapando la cloaca priísta.

No hay que olvidar que los propios priístas durante la anterior legislatura exhibieron irregularidades importantes de esos OPD, además de otros localizados en municipios de la frontera lo mismo que en la capital del Estado.

Donde además de irregularidades administrativas, arrastran deudas que superan los 500 millones de pesos, esto según la página de transparencia del gobierno anterior al mes de marzo del 2016.

Por lo mismo la gran sorpresa será para los habitantes de Ciudad Victoria, cuando confirmen que en tiempos de escasez de agua, no habrá líquido en las instalaciones del flamante acuaférico y que sería a corto plazo una construcción más, de esas obras propias del priato.

Ya que la ciudad capital requiere de más agua y no de un distribuidor periférico. Que fue denominado Acuífero por el último gobierno priísta. Lo cierto es que la obra aún no concluida, fue asignada a los “papuchones” de la obra pública en los últimos veinte años en Tamaulipas, como es la familia Valdez Garza.

En otro orden, todo está listo en el municipio fronterizo de Mier, donde los gobernadores de Nuevo León y Tamaulipas pondrán en marcha la policía interestatal, que operará en los municipios colindantes de ambas entidades, en el acto estará Jaime Rodríguez y Francisco García Cabeza de Vaca, este último cumple con uno de sus compromisos de campaña.

Mientras que la comisión de la medalla Luis García de Arellano, que preside la diputada morenista, María de la Luz Castillo Torres, aprobó a propuesta para entregar la presea de referencia a Monseñor Oscar Guadalupe Lozano Molina, quien ha destacado en los municipios fronterizos de Matamoros y Reynosa desde la década de los años 80 del siglo anterior, por su tareas altruistas a favor de la población migrante que llega a esas fronteras en busca del sueño americano.

El padre Oscar es originario del municipio de Nuevo Laredo y ante la reciente creación de la diócesis de Nuevo Laredo decidió permanecer en la diócesis de Matamoros jurisdicción a la que pertenece la ciudad de Reynosa. En la tres veces heroica fundó la casa del migrante, lo propio hizo en Reynosa.

Ante la nominación del Cura fronterizo para la presea que asigna el Congreso y entrega el gobernador en turno, motivó una participación adicional del presidente de la Junta de Coordinación Política, Carlos García González, quien felicitó a las fracciones partidistas que coincidieron en la nominación. Pues hasta el recalcitrante Oscar Martín Ramos Salinas se sumó a la propuesta.

Aunque desde otra perspectiva, la nominación del “cura migrante” para la medalla de referencia, sirve a los tres poderes del Estado para marcar un contrapeso respecto a su relación con Iglesias cristianas no católicas.