La primer emergencia derivada de la violencia en Tamaulipas en tiempos del ex gobernador Egidio Torre Cantú tuvo lugar en el Municipio de Padilla Tamaulipas, a 50 kilómetros de la capital del Estado. Y la respuesta de Torre fue recorrer ese mismo día de los hechos el municipio cerril de Ocampo, Mientras que en el 2005 Eugenio Hernández Flores ni siquiera se asomó por el municipio de Nuevo Laredo, donde el reporte oficial de la desaparecida policía ministerial fue un saldo de casi 2 mil muertos en aquel sangriento 2005, primer año de la administración de Hernández Flores.

En aquellos años no había vocería de seguridad, ni grupo de coordinación Tamaulipas, mucho menos acciones definidas contra la inseguridad. Fungía como presidente de la República el botudo Vicente Fox Quezada. También ese año las circunstancias de violencia fueron agudas en la ciudad de Reynosa, siendo presidente municipal el actual gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.

Pero antes de que ocurriera lo mismo que en Nuevo Laredo, en el 2005 fueron enviados a Reynosa miles de policías federales, que desfilaron por la avenida Hidalgo hasta la presidencia de la república. Lo que inhibió el accionar de los grupos delictivos.

El saldo negativo se reflejo a mediados del 2009 cuando los delincuentes incendiaron casas de bolsa, agencia de automóviles, en las principales avenidas de la capital del Estado. Fueron muchas las versiones, una de ellas era que el entonces gobernador no dormía en Victoria, sino en Mc Allen.

Lo anterior viene a colación, porque el actual gobernador panista García Cabeza de Vaca como buen “fajador”, se instaló en la ciudad de Reynosa durante los días de la reciente emergencia de inseguridad. Aunque la mayoría de los analistas de la prensa local y regional aseguraron durante la campaña electoral, que no podría con la responsabilidad de la gubernatura, está demostrando lo contrario. Incluso como dicen los jóvenes y adolescentes, tiene la capacidad para marcar tendencia.

Pues una de las propuestas que hizo en la reciente reunión de la Conago, que consiste en facultar a los Estados para perseguir delitos como federal como el robo de combustible, fue retomada por el Presidente de México Enrique Peña Nieto.

Lo destacable del actual gobernador, es su capacidad de respuesta. Porque no dudo en encabezar acciones junto con su esposa Mariela Gómez actos a favor de las clases emergentes de esa frontera. Lo mismos llevó al procurador Irving Barrios Mujica al territorio, lo mismo se sumó el Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso tamaulipeco Carlos García González.

Y qué decir del resto de su gabinete. La mayoría modificaron sus agendas, también para estar a ras de piso y ver desde el ruedo los retos y desafíos que tienen enfrente, a siete meses del arranque del gobierno de los vientos de cambio.

Pero también resulta pertinente la premisa del gobernador reynosense, en el sentido de golpear la estructura financiera de los delincuentes, porque con dinero cualquiera y sin poderoso caballero como llamó Quevedo al dinero, nadie. Y si encima de estas medidas se aplican medidas enérgicas, son más las probabilidades de ganar la batalla.

Sin embargo, más allá de lo anterior. Una ventaja del gobernador Cabeza de Vaca es que conoce el territorio, sabe lo que se mueve en y por esa frontera. Porque es su tierra. Y tiene un diagnóstico además de una lectura subrealista de lo que acontece y puede suceder en esa región pródiga por el desarrollo gasífero, petrolero y maquilador.

La celebración del 5 de Mayo, estuvo desangelada en Tamaulipas, sería por lo mismo que las autoridades tienen hoy por hoy su propia batalla. La ceremonia en la guarnición militar de la capital del estado inició dos horas después de la convocatoria. Y pareció tortuosa porque los integrantes del presídium dieron arranque a la ceremonia y hubo espasmos de esta, para esperar el discursos del presidente de la república Enrique Peña Nieto.

El que también está plenamente aplicado en el cumplimiento de sus funciones de rector es Don Enrique Etienne Pérez del Río. Ya que no solo le ha dado nivel académico a la Universidad Autónoma de Tamaulipas, sino también porque ha sido un siervo bueno y fiel en la administración de los haberes financieros de esa casa de estudios. Y ha optimizados los recursos en tareas relevantes como es la investigación y la publicación de esas investigaciones, que en otros rectorados no llegaban ni a un ensayo.