El proceso en contra del ex gobernador Eugenio Hernández Flores, ha sido el motivo para que intervenga la justicia texana quien reclama al ex mandatario tamaulipeco, pero este apenas es el inicio de la cacería de ex funcionarios que incurrieron en delitos patrimoniales. Por lo mismo la detención de Juan Eduardo Camacho Oropeza y Juan José Fernández Espíndola colaboradores de Gustavo Torres Salinas en el Ayuntamiento del Puerto de Tampico por favorecer que terceros hicieran negocios durante la gestión de Torres Salinas.

Más bien, los procesos en contra de ambos ex funcionarios parecieran un distractor de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, que da la impresión de haber cumplido con su cometido en el proceso contra Hernández Flores quien es solicitado por la Procuraduría General de la República con objeto de ser extraditado a Estados Unidos, donde se le acusa de haberse robado 300 millones de pesos durante su administración estatal.

La intuición advierte que la fiscalía que preside Javier Castro Omaerchea, enfocó las acciones del organismo hacia nuevas pesquisas en torno a figuras con el ex dirigente estatal del PRI y ex subsecretario general de gobierno durante la administración de Hernández Flores, como es Ricardo Gamundi Rosas, el mismo que presidía el PRI estatal en los días en que fue asesinado de 24 balazos el malogrado candidato a la gubernatura Rodolfo Torre Cantú.

Sin embargo, si las investigaciones en torno al apropiamiento de las 1,600 hectáreas por parte de Hernández en el puerto industrial de Altamira, hay otros implicados de los que se justifica la comparecencia de otro ex gobernador, como es Egidio Torre Cantú.

Lo que no quiere decir, que Gamundi Rosas pueda escapar a una investigación que lo vincula a un proceso penal, sobre todo porque fue uno de los ex funcionarios que le sugirió a Hernández Flores proceder penalmente cuando el ahora gobernador se desempeñaba como presidente municipal de Reynosa.

Asimismo, son tales los vínculos de Torre Cantú con su socio Eugenio Hernández, que ambos figuraban como socios en la extinta constructora Tohesa, disuelta en los primeros días posteriores al triunfo de Egidio Torre en el proceso electoral del 2010.

Ambos empresarios y ex gobernadores viven una relación “tortuosa” y solamente los hermanan los negocios y mutuamente así lo entienden. Quizá por ese motivo cuando Eugenio se decide por Egidio para que asumiera la candidatura sustituta de su difunto hermano, expresó a un colaborador cercano; Acabo de elegir a mi verdugo.

Por lo pronto el caso de Hernández ya está en las grandes ligas y por lo mismo se cree que la salida de Cervantes de la procuraduría general de la república tendría que ver con el acallamiento ante el proceso y requerimiento de la justicia texana en contra del ex gobernador priista.

Quien fue reportada en estado grave por depresión es la diputada local Susana Hernández Flores, quien por cierto no asistió junto con su hermanas Elsa, Rosa de Lourdes y Alicia a la celebración de los 58 años de edad de su hermano Eugenio.

Por otra parte el proceso de extradición de Hernández, podría tomar la delantera y llegar primero a territorio Yanqui antes de su antecesor Tomás Yarrington Ruvalcaba y de paso dejar desacreditado al cuerpo de defensores de Hernández Flores. Por cierto el Juez de Distrito Rodrigo Allen Ortiz Orozco concedió la suspensión de amparo al ex gobernador en contra de la formal prisión dictada por el juez penal José Manuel Ham Cortes.

En el Congreso local comparecieron los secretarios de Bienestar Social Gerardo Peña Flores y Héctor Escobar titular de educación en la entidad, el primero hizo lo propio ante comisiones y el segundo lo hizo ante el pleno legislativo, en el marco de la sesión ordinaria de los legisladores locales.

La exposición de este último fue fluida y sin sobresaltos. Al reanudar la sesión el presidente de la Junta de Coordinación Política Carlos García González pidió una disculpa por el incidente de la sesión anterior con el diputado local Alejandro Etienne