jueves 19 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

Campanario / Gabinete de semana inglesa

Por Crónica Digital MX
marzo 27, 2017

Protestas en distintos estados de la república por crímenes de periodistas. Uno de los más sonados en la semana que transcurrió fue el de Miroslava Breach corresponsal del periódico La Jornada de circulación nacional, en la ciudad de Chihuahua, donde desde hace más de 20 años desempeñó la tarea delicada de informar.

Por las simpatías de ese diario, los reclamos por su muerte se escucharon en las cámaras del Congreso de la Unión, lo mismo que en la cámara local del estado de Chihuahua.

Miroslava era una mujer íntegra de incuestionable conducta. Ejerció con libertad plena el oficio de periodista. Económicamente vivía bien, su familia tenía recursos lo mismo que su esposo, por lo mismo esta es una circunstancia que le permitió alcanzar la integridad de una informadora vertical y precisa, honesta a toda prueba, una periodista modelo.

Aparentemente en esa entidad era de las menos expuestas a un atentado o amenazas, propias de las entidades fronterizas. Más bien en esa perspectiva se ubica con mayores riesgos a Rubén Villalpando corresponsal en Ciudad Juárez, por la naturaleza, ubicación y circunstancias de esa urbe fronteriza.

Villalpando cubrió la información relacionada con la muerte de Miroslava, el jueves de la semana anterior, se desplazó de su ciudad Juárez a la capital de Chihuahua, pues el crimen artero de la periodista ocurrió alrededor de la siete de la mañana.

La corresponsal de La Jornada dejó dos hijos adolescentes, uno de los cuales esperaba para llevarlo a la escuela, cuando sucedieron los hechos frente a su domicilio en la colonia Las Granjas de Chihuahua.

El representante de la Onu lo mismo que el de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, exigieron al gobierno mexicano el esclarecimientos de los homicidios más recientes en agravio de comunicadores.

Pero el estado como ente público es responsable de regular y garantizar la convivencia de los ciudadanos, pero desde hace más de dos décadas está rebasado, por la problemática social, económica y política. Por lo mismo habrá que seguir esperando que se restablezca el estado de derecho, que tanto pregonan los partidos políticos y los gobernantes en turno.

Durante veinte años tuve la oportunidad de convivir en cursos, seminarios, mesas de trabajo, tareas, ejercicios así como la puesta en marcha de algunos métodos de periodismo aplicado. Y lo que este escribiente puede decir, que eran una acuciosa y entregada mujer al ejercicio del periodismo en el norte del país. Ojala hubiera una Miroslava en cada pueblo y ciudad del territorio nacional.

En otro orden, el gobierno de “Los Vientos de Cambio” es de semana inglesa, es decir no labora el sábado y domingo, por lo mismo es poco esperanzador para los ciudadanos tamaulipecos, puedan pensar que tendrán una justicia pronta, una atención puntual y que el aparato gubernamental desempeñe en general una dinámica de servicio. Porque los paradigmas del gabinete emanan del ejercicio de la iniciativa privada, donde priva el sistema de la semana inglesa.

Que no debería ser, porque el salario del gabinete y el resto de los funcionarios cubre también los sábados y domingo. A pero “los obreros” es decir la fila más baja en percepción salarial, está obligada a cubrir turnos los fines de semana. Mientras “los papuchos” de cada dependencia se desplazan a sus ciudades de origen. Y puntualmente están de regreso los lunes al mediodía o bien obtiene comisiones desde la semana anterior para no presentarse en la oficinas gubernamentales. En fin no hay diferencia entre los que se fueron y los que llegaron.