Las principales calificadoras de estados financieros clasifican a la administración del gobierno tamaulipeco que encabeza el gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca, como apta, con capacidad para adquirir un financiamiento, por otra parte cuatro casas de bolsa han presentado proyectos financieros para restructurar la deuda superior a los 11 mil millones de pesos. A la postre la restructuración de la deuda representa un ahorro superior a los mil millones de pesos para la administración estatal.
Asimismo Carlos García González, Presidente de la Junta de Coordinación Política considera que la situación financiera del estado tamaulipeco a un año de que Acción Nacional es gobierno, su estado financiero ha obtenidos calificaciones favorables de los entes encargados de realizar esas evaluaciones.
Hasta ahora el comportamiento del gobierno de los vientos de cambio, ha dado muestras de ser una administración austera, con un comportamiento responsable en el gasto y la inversión. Habrá que estar atentos al comportamiento que adopte durante el proceso electoral que concluirá con las elecciones del primero de Julio del 2018.
Por lo pronto, no se descarta que el gobierno tamaulipeco solicite un financiamiento dentro de la ley de ingresos correspondiente al 2017-2018, que deberá presentarse ante el pleno antes de que concluya el mes de noviembre.
Y el marco del combate a la corrupción de parte de la Fiscalía Especializada creada para esos fines, esta semana dio nuevos visos con la detención del ex alcalde de San Carlos Samuel Rodríguez Urbina, a quien por cierto el Congreso tamaulipeco del tiempo en que fue edil le aprobó las tres cuentas públicas.
Todo parece indicar, que la fiscalía va en contra de quienes enfrenten alguna denuncia, como es el caso de Rodríguez Urbina quien fue denunciado en el 2007 y no se procedió en su contra. Otros sucesores del mismo edil tienen hasta dos cuentas suspendidas en el mismo municipio y no han sido requeridos.
Pareciera que el combate a la corrupción no tiene nombre ni dedicatoria pero si ha encontrado eco en la clase política del anterior régimen que gobernó por más de 80 años en Tamaulipas. Sin embargo, así como andan las cosas los propios panistas que ejercieron algún cargo público de elección popular, están acalambrados porque pudiera alcanzarles el brazo de la justicia.
Por lo mismo, algunos ex ediles que recientemente estuvieron la función pública han dado muestras de alinearse de acuerdo con las directrices gubernamentales de la administración del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. Lo que se podría entender como un ejercicio saludable para cerrar una época de corrupción, pero también como un ejercicio de gobernabilidad.
Asimismo, hay una expectación de los grupos políticos y sociales respecto a quien o quienes siguen en el contexto de la aplicación de la ley anticorrupción. Ya que pareciera que se trata del cierre de una era y la apertura de otra.
Sobre todo porque no es un problema moral de los mexicanos o tamaulipecos, sino un fenómeno universal, que afecta y condiciona al mundo. Del cual están hartas las nuevas generaciones, sobre todo los milenios que se caracterizan por una posición de indiferencia.
