Tristes escenas las que protagonizaron los “cheleros” en esta y otras ciudades de Tamaulipas, importándoles un soberano cacahuate el riesgo de contagio por COVID19.
La aglomeración obligó a la COEPRIS a pedir la intervención de la Policía Estatal de Tamaulipas para meter orden y los dueños de establecimientos se vieron en la imperante de tener que cerrar sus negocios y evitar sanciones o clausuras por la torpeza observada.
Apenas llegó el camión cargado con “la preciada carga” cuando ya una fila interminable de comerciantes y bebedores empedernidos se disputaban los primeros lugares, provocando la consecuente aglomeración.
Personal de COEPRIS, que se encontraba realizando un operativo de verificación a comerciantes en el primer cuadro de la capital, debió ser movilizado a otro extremo de la ciudad para mantener la calma y preservar el orden.
Los “cheleros” esperan con ansia que se normalice el abasto de la bebida, tras más de dos semanas de agonía por no poder satisfacer su afición espirituosa.
La incredulidad se apodera de algunos, consideran que los del COVID19 sigue siendo una falacia, ¿pensarán lo mismo familiares de las más de 70 personas muertas por efectos de la pandemia, en Victoria?
UNA TRAS…Los distractores recurrentes del Gobierno Federal siguen siendo la constante en estados donde mandatan partidos antagónicos a MORENA.
Las estrategias de poco les ha valido; sus perversas mentiras han caído por su propio peso y con el paso de los meses de pandemia la credibilidad en ellos ha mostrado un rotundo fracaso.
Han llegado a la mentira, persisten en sorprender la buena fe de los tamaulipecos, las “benditas redes” son la herramienta preferida para proferir campañas distorsionadas.
Les molesta la buena marcha y mejor calificación alcanzada por gobiernos de los estados, mientras que su “jefe” retrocede y pierde credibilidad a causa de las ocurrencias, el desatino y la confrontación que divide.
UNA TRAS…En medio de esa vorágine desinformativa trasciende una presunta investigación por parte de la Auditoria Superior de la Federación a la Secretaria de Educación de Tamaulipas.
El máximo órgano fiscalizador estaría enfocando sus baterías contra el titular de la Unidad Ejecutiva de la SET, LUIS BRAVO GUTIERREZ, presuntamente por el desvío de recursos del pago a maestros de tiempo completo.
Además, se menciona a dos de sus colaboradores, DIEGO NARVAEZ y MARGARITA FRANCO BOURS, esta última excolaboradora muy cercana del entonces titular de la dependencia, HECTOR ESCOBAR SALZAR.
La presunta embestida contra funcionarios de la SET sería derivada de las denuncias hechas ante instancias federales y de la Secretaria de Educación Pública emanaría la acción por presunta venta de plazas.
Del trascendido el propio, HECTOR ESCOBAR, nada sabía; tampoco en terrenos de la SET les generó mayor problema, su titular mostraba total indiferencia al no fijar una postura del sisma que se vive en esa área.
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