Apenas el Secretario de Hacienda entregó el paquete económico al Congreso de la Unión el pasado sábado, empezó el griterío de reclamos de parte de los diputados. Y este lunes, los que se le fueron a la yugular al presidente López Obrador, fueron los gobernadores de los estados, a quienes en la última reunión les había prometido, hasta las perlas de la virgen.

En Nuevo León, El Bronco se quedó brincando en una pata, cuando en su visita le dijo que habría dinero para penales, Metro, presa y muchas cosas mas, y resulta que no hubo nada de lo prometido..

En Tamaulipas pasó igual: se prometió mucho y llegó nada. En la reunión de la CONAGO, la semana pasada, en donde se abordó el tema de los “superdelegados”, los mandatarios estatales salieron con una sonrisa de oreja a oreja porque el Presidente les dijo sí a todo. Javier Corral hasta una selfie se tomó porque le arrancó, según dijo, un adelanto de las participaciones.

¿Y qué paso?.

Pues resulta que Don Andrés Manuel se los llevó al baile a todos y los dejó chiflando en la loma. El Bronco, fiel a su costumbre reventó y le dijo hasta lo que no al presidente. Y en Tamaulipas, ayer, Francisco García Cabeza de Vaca, en su cuenta de twitter lamentó que en el paquete económico, la Federación haya dejado fuera los proyectos prioritarios del Estado.

“El dinero es de la nación, no de la Federación. Urge convocar a los Estados al diálogo fiscal”, escribió el mandatario tamaulipeco. Anoche mismo en la posada de la Secretaría de Salud, el gobernador, se dejó caer fuerte contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

El tema va a dar mucho de que hablar en los próximos días, pero hasta ahí. Andrés Manuel tiene bien claro que primero están sus prioridades y después las de los demás. Lo que digan y griten los gobernadores y sus detractores, le importa un carajo.

En todos los Estados habrá dinero de la Federación, pero este lo manejaran los “superdelegados” a través de los censos que ya están levantando. Ningún gobernador podrá tocar el recurso, solo lo verán pasar. Ese es el argumento que está manejando y la explicación que está dando el presidente.

Según Andrés Manuel, los proyectos que los gobernadores manejaron como prioritarios y que le enlistaron cuando lo vieron, son obras prioritarias para ellos y no para la federación; por eso ni siquiera los consideró en el presupuesto.

El pleito por el presupuesto entre el presidente y los gobernadores, ahí está, pero de nada valen los berrinches, porque en la era de la Cuarta Transformación, la única palabra que vale y cuenta es la del presidente y los mandatarios estatales van a tener que irse acostumbrando, declaró ayer Mario Delgado, Coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, “las cosas cambiaron y las reglas también”, así respondió cuando le preguntaron sobre las protestas de los gobernadores.

Una cosa, sí es segura y eso lo sabe el gobierno federal: los “superdelegados” van a estar sometidos a fuertes presiones en los estados, pues en los hechos, serán contrapesos políticos reales de los mandatarios.

Judith Diaz, en Nuevo León, pese a los pataleos del Bronco, ya logró domarlo. La superdelegada, es una mujer muy hábil, además tiene un carácter fuerte que no se arruga frente a los arranques del gobernador nuevoleonés; de hecho, coinciden todos que le tomo la medida y el Bronco es un manso caballito de granja. Aun así, los “independientes” en el gabinete, se resisten a seguirle la corriente a Judith.

En Tamaulipas, los cosas no están tan fáciles, pues aunque José Ramón Gómez Leal trabaja sin parar para sacar su chamba, hay muchos peros en su contra, y más ahora que va a traer el morral lleno de apoyos, que el mismo Santa Claus, envidiaría. Los celos políticos están ahí a todo lo que da.

Por lo pronto, AMLO, se llevó al baile a los gobernadores.