viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

AMLO, del amor y paz al ajuste de cuentas

Por Crónica Digital MX
octubre 22, 2018

A no pocos, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, los trae confundidos y despistados.

Cuál Andrés Manuel, es el que va a sentarse en la silla presidencial, se preguntan muchos.

¿El Andrés Manuel del amor y paz?, ¿el del borrón y cuenta nueva?, ¿el ex priista paternalista que quiere resolver todos los problemas del país desde la rectoría del Estado?, ¿el AMLO rebelde que está en contra de la mafia del poder?, o ¿el López Obrador que recorre el país y se abraza y se cachondea con los gobernadores con los que tuvo discrepancias y broncas fuertes en la elección pasada?.

¿Es verdaderamente este Andrés Manuel, mansito, conciliador, apapachador, el que va ejercer el poder en todo los próximos seis años?. La respuesta nadie la sabe; sin embargo, quienes lo conocen de cerca y han convivido por años cn él, aseguran que Andrés Manuel es una mezcla de “Carlos Salinas”, de “Luis Echeverría”, de “Vicente Fox”; otros, los más benévolos, creen que tiene algo de “Lázaro Cárdenas” con algunos destellos de “Madero” y “Juárez”; un colach de estilos y personajes que le vamos ir conociendo como pase el tiempo, y que sacará a cada uno de ellos, según el momento y las circunstancias.

En el fondo, otros creen, que quiere ser como “José Mujica”, “Gandhi” y hasta “Mandela”; sueña con ser como ellos.

Pero este país, dicen otros, necesita más que eso para reencauzarlo y ponerlo en la ruta de la democracia y el desarrollo, y eso es muy complejo. Tanto, que ni “Superman” lo sacaría del hoyo de la inseguridad y el atraso en el que los sumieron los gobiernos priistas y panistas.

El tabasqueño, lo perciben casi todos, es una buena persona, y eso ya es ganancia, porque todos los que han llegado a Los Pinos, son auténticos demonios que solo ven al poder para servirse de él y servir a sus amigos. Andrés Manuel, no es la excepción, pero sí va a marcar la diferencia.

Trae fobias y agravios que no olvida, y los va a cobrar a su estilo, y en el momento en que se de.

Con el tiempo, ha entendido y aplicado la regla de la mafia padrinezca: “la venganza es un platillo que se come en frío”. Dicen que odia a Carlos Salinas, pero en el fondo lo admira y lo imita, por eso, no falta quienes aseguran que eso de “perdón y olvido” es una frase mediática temporal y no pocos, de los que se la hicieron, van a parar en la cárcel. En el sexenio de Salinas, fue cuando cayeron más gobernadores; dicen que el tabasqueño va por ese récord.

Andrés Manuel, es un político camaleonezco que va ir mostrando diferentes caras en el ejercicio de su poder; cuentan que es incongruente y chimoltrufio porque un día dice una cosa, y al otro día se contradice, pero eso es deliberdo en él. Sabe lo que quiere y para donde va; es un político, y va a ser un presidente “todo terreno”, así lo ha definido su próxima Secretaria de Gobernación, Olga Sanchez Cordero, de tal forma que no hay que irse con la finta con lo que ha venido diciendo y haciendo después que ganó la elección del 1 de julio.

Andres Manuel quiere tener todo el poder y va por él (ahí es cuando más se parece a Salinas) y no le va a tolerar que nadie se lo impida. A partir del 2019, quiere y va por toooodos los Congresos, y todas las gubernaturas. Ya tiene el plan de cómo aplicarlo, y el Primero de Diciembre cuando tome protesta como el gran Tlatoani mexicano de la Cuarta Transformación lo vamos a conocer, y se van a derivar las interrogantes hechas al principio. Falta entonces, poquito para conocer el vardadero AMLO.

Mientras, para el morbo, hay que seguir creyendo en el manso tabasqueño que recorre el país, pregonando la sana convivencia y el “Peace and Love”.