viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

Ambulantes

Por Crónica Digital MX
marzo 28, 2018

Pululan por doquier.

Los encontramos en todo punto geográfico que incluya manifestación de dos o más personas: los vendedores ambulantes surgen en nuestra sociedad con una celeridad impresionante, y llegan a tal grado que invaden, molestan, roban espacios para otra cosas, sin que lo anterior quiera decir que no se reconoce su existencia, su valía, pero también su apego a una ley inexistente, o que al menos no se lleva a la práctica.

Hay sitios en donde las calles están totalmente cerradas por gente que tiene sus puestos y argumentan que ellos tienen todo el derecho de vivir y mantenerse, ante la situación actual que propició cierres de innumerables puestos para nuestra gente; ellos, los ambulantes, tienen familia y la necesidad de mantenerles, de llevar para comer a casa, de ahí la importancia de que puedan existir.

Sin embargo, somos de la idea de que, para que México pudiera ser una nación congruente y armónica, todos debemos respetar todas las leyes existentes, y si hay una ley para ambulantes, ésta debería ser atendida con toda puntualidad en cuanto a espacios, límites, mercancías y más, y claro, ellos también tendrían que pagar impuestos, porque no nos parece justo que no lo hagan.

Alguien argumentó que por qué somos injustos con ellos y pedimos que paguen impuestos: todos los que tenemos un trabajo cobramos y pagamos impuestos, absolutamente todos, y no tendría por qué haber distingos: finalmente, todos somos mexicanos y tenemos los mismos derechos y obligaciones.

Es obvio que si un ambulante gana 10 veces menos que un comerciante instalado con todo rigor, deberá pagar 10 veces menos impuestos.

En contraparte, si una persona gana 100 veces más que un trabajador, deberá pagar 100 veces más impuesto, y no se trata de porcentajes, sino de un pago equitativo y justo.

Nunca hemos visto con ojos de justicia el hecho de que algunos paguen más porcentaje de impuestos porque ganan más: nos parece lo más absurdo del mundo, porque el hecho de ganar más implica pagar más en cantidad, no en porcentaje.

Y los ambulantes se han posicionado de nuestros espacios para transitar y ya no podemos ir por una calle sin que se molesten. Se han convertido en un verdadero problema que además, da miedo enfrentar por diversos motivos, pero pensamos todo el tiempo que si hubiera una ley justa y estricta, todos tendríamos que observar muchas cosas, y entonces habría justicia total y todos tendríamos las mismas oportunidades.

Y algo que es básico: pedirles que dejen las calles lipias. Vaya usted al IMSS y tendrá que caminar entre bancos y platillos, y más tarde, entre el hedor a grasa y comida derramada. Es que debe haber un ordenamiento que les obligue a mantener las calles como las tomaron, y no es responsabilidad de limpia municipal, porque los causantes de ese hedor están ahí, lucrando con los espacios.

Justo es que limpien su lugar de trabajo.

Y entonces, que se regulen los espacios y giros, y podríamos tener una ciudad más ordenada en todos sentidos, y la autoridad ganaría más por derechos y no los que cobran por disimular vigilar.

Bien podría haber un programa oficial de apoyo a quien pretende ser su propio jefe, un ambulante más, pero con requisitos que nos permitan vivir en armonía: nadie tiene qué pagar las miserias de otros, las riquezas de los demás, o las simulaciones de algunos más.

Es tiempo que Victoria se comporte como una ciudad ordenad y legalmente constituida, donde sus autoridades presentan las directrices del buen gobierno y actividades adecuadas.

Y nosotros, los ciudadanos, las acatamos, para bien de todos.

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