Cuando Felipe Calderón, fue a votar por Manuel Gómez Morin, no sólo sabía que Marko Cortés ganaría la elección para ser el próximo líder nacional del PAN, sino que lo hizo como un acto anticipado de conciencia para decirle adiós a la militancia azul.

Su salida estaba anunciada desde que Margarita Zavala lo hizo en el marco del proceso electoral pasado. Felipe estuvo buscando el momento y finalmente lo hizo; fue, dicen los mismos panistas con premeditación, alevosía y ventaja; quería meterle ruido y escandalizar el proceso electoral interno en donde los mismos que él encumbró cuando fue presidente del país, hoy se han encargado de despedazar al partido y hacerlo una franquicia para hacer negocios, como lo han hecho los demás dirigentes en todos los partidos.

Felipe se ha ido y Marko Cortés ha ganado, y el PAN ha quedado una vez más en medio de una crisis interna delicada, y en la víspera de que tome las riendas del país un proyecto de nación con la cual el partido no congenia en lo mas mínimo. ¿Qué falta?, ¿o qué sucederá ahora?.

Así como el PRI está sumido en un hoyo negro sin posibilidades que se repongan pronto, así amanece este lunes el PAN. Ante esta situación crítica de sálvese quien pueda, hay tres escenarios a los que llegará el partido azul en los próximos días.

1.- Felipe Calderón, Margarita Zavala y muchos panistas que pensaron en rescatar el partido por medio de Manuel Gomez Morin se van a mudar a la nueva organización política que ya tienen confeccionada para presentarse en las futuras elecciones como alternativa de la derecha electoral. El PAN sufriría el proceso que hoy padece el PRD que se quedó sin figuras y en medio de un cascarón que hoy da pena y lástima.

2.- Los que se quedan en el PAN, como Marko Cortés, Ricardo Anaya, Héctor Larios y algunos gobernadores llamarán a la restauración del partido a través de un discurso conciliador, y tratarán de arroparse para defender los intereses de lo que tienen hoy para evitar que Morena y AMLO desde el poder los aplaste. Su instinto de supervivencia política los impulsará a negociar con los nuevos actores del poder político en México. En el peor de los casos, cada quien rezará para su santo.

3.- La militancia panista, la auténtica, la doctrinaria, tiene dos caminos: seguir a Felipe y a Margarita, o quedarse en el partido esperando a que un día llegue alguien y los rescate de este cataclismo en el que cayó. El panismo de a pie, hoy está confundido, estresado, aturdido, y sumido en la incertidumbre; los pragmáticos ganaron otra vez.

La crisis de los tres partidos tradicionales (PRD, PRI y PAN), tocan fondo mientras que enfrente Morena y su presidente se alistan para tomar todo el poder; mejor escenario para estos, imposible. Los contrapesos no existen, y las ambiciones de los liderazgos políticos tradicionales, dejan que el nuevo actor o los nuevos actores se despachen con la cuchara grande.

Del PRD se entiende porque siempre nació entre tribus que finalmente lo hundieron. Del PRI también porque fuera del poder y sin el presupuesto no es nada; pero en el PAN este escenario es inédito para quienes desde la derecha se convirtieron en la real oposición, que en el escenario nacional ya no son.

Lo de este domingo, fue para el PAN un triunfo con claroscuros que no se pueden festejar a plenitud.

Talachazos

“JR”, TALACHANDO O EN CAMPAÑA?.- Su activismo es impresionante. Anda casa por casa, en chaleco y zapato tenis. Ya recorrió todos los municipios del Estado: urbanos y rurales. Acompañado de su equipo levanta inventarios de necesidades y lleva el mensaje del próximo gobierno federal de que lo que esta por venir, es lo mejor.

José Ramón Gómez Leal, Coordinador de los Programas Federales de López Obrador en Tamaulipas trae un activismo que desata comentarios futuristas. Si Morena, el partido esta dormido en sus laureles, “JR” no, y su trabajo ya lo envidiaría cualquier candidato en plena campaña. Su trabajo también despierta suspicacias, sobre todo que hará oficial que todos los “superdelegdos” dependerán directamente de López Obrador y no de los Secretarios como se había dicho al principio.