No es dejando de comprar en las sucursales de los supermercados trasnacionales ni en los restaurantes de comida rápida extranjeros, mucho menos boicoteando marcas de vehículos ni con cibermentandas u otros insultos como la sociedad, sobre todo los más pudientes, va a contribuir a mostrarle a Donald Trump el desprecio que se merece por basar su gestión en el ataque incesante a nuestro país.
Todos sabemos que el mandatario estadounidense ni siquiera lee los tuits menos los memes que por segundo se publican en las redes sociales, por eso resulta ociosa la hiperactividad que se ha registrado en estos medios para atacar al magnate norteamericano que en cambio sí ha usado esa vía para agredir, literalmente, a medio mundo.
Lo que indudablemente hará ver a los norteamericanos el enojo que causa su presidente al pueblo mexicanos, es dejar que los productos importados se queden en los anaqueles hasta su caducidad y sustituirlos en las listas del mandado por mercancías nacionales, es dejar de cambiar pesos por dólares para ir de “shopping”, es ya no comprándoles sus viejos automóviles de desecho.
También se contribuye a desalentar la guerra comercial que ha enderezado Trump contra nuestro país, cancelar en la medida de lo posible planes para viajar a destinos turísticos de Estados Unidos y voltear la mirada hacia lugares nacionales, en donde lo mejor es que nos cobran en pesos a excepción, claro, de Cancún.
Pero no se enrede, literal, en atacar a los norteamericanos que ya están en el país porque se trata de personas que apostaron por invertir o gastar su dinero dando empleos a mexicanos, no tienen nada qué ver con la forma de pensar de mister Donald pues ellos ya estaban aquí antes de que siquiera su adinerado mandatario pensara en llegar a gobernar esa potencia mundial.
Mostremos nuestro enojo pero contra Trump, no atacando todo lo que tenga sello estadounidense salvo aquello que se importe porque de esa forma se le estará pagando con la misma moneda. Exijamos, eso sí, respeto –con respeto– a quien entra a nuestro país y cree que llega como un conquistador, aquí hay gente que trabaja y con vocación de servicio pero que no es más ni menos que los norteamericanos.
APUNTE.- Este domingo Ambrosio Ramírez Picaso asumió la dirigencia municipal del Partido Revolucionario Institucional, tomándole la delantera a la estatal cuyo relevo sigue durmiendo el sueño de los perdedores.
Bocho, como se le conoce desde sus tiempos de líder juvenil, ha venido haciendo talacha y si los priistas locales decidieron darle la oportunidad de tratar de devolverle el punch al partido, seguro es porque le vieron méritos suficientes.
La tarea que tiene no es fácil sobre todo si recuerda que tendrá que recuperar los más de 60 mil votos que se volvieron azules en junio de 2016. Ahora bien no falta quien vea el arribo de Bocho como la avanzada de su ex jefe Manuel Muñoz Rocha al timón tricolor estatal, ¿será? PENDIENTE.- ¿Como para cuándo el relevo del renunciado Roberto Salinas? Si su salida fue exprés el nombramiento debe ser igual, ¿No? Aquí los veo, leo y escucho:
@JosdelCarmenPR / pr_jc@hotmail.com
