CIUDAD DE MÉXICO.
A partir de un entendimiento conjunto, los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron redoblar su cooperación en materia de seguridad para desmantelar el crimen organizado transnacional que trafica drogas, en particular fentanilo, armas y personas.
Con este objetivo se definió el establecimiento de un mecanismo de coordinación de alto nivel, que se reunirá periódicamente para evaluar los avances y asegurar el cumplimiento de los objetivos trazados, precisó el canciller Juan Ramón de la Fuente.
Este entendimiento incluye medidas para contrarrestar los flujos financieros ilícitos, el tráfico ilegal de combustibles, la detención de generadores de violencia, y el tráfico de drogas y de armas ilícitas, cada uno en su territorio. También, la eliminación de túneles ilícitos que van de un lado a otro de la frontera, intercambio de información, capacitación y seguridad fronteriza.
“El objetivo es trabajar juntos para desmantelar el crimen organizado transnacional mediante una cooperación reforzada entre nuestras respectivas instituciones de seguridad nacional, cuerpos de seguridad y autoridades judiciales”
Señaló que parte de este acuerdo es el respeto a las legislaciones de cada uno de los países en los distintos temas, particularmente lo que tiene que ver con seguridad.
LA MEJOR COLABORACIÓN
Durante el mensaje conjunto y en la conferencia de prensa, el secretario de Estado, Marco Rubio, destacó la relación bilateral que, dijo, como buenos vecinos “tenemos temas en común, amenazas en común y peligros en común” que se están sorteando con colaboración conjunta.
“Y no hay gobierno que en este momento esté cooperando con nosotros más en la lucha contra la criminalidad que el gobierno de México, el gobierno de la presidenta Sheinbaum, les agradecemos muchísimo y queda mucho por hacer juntos para poder avanzar en esta tarea”.
El secretario que fue atento al responder en inglés y español cada uno de los cuestionamientos que se le hicieron, agregó que esta colaboración con México ha derivado en resultados concretos como fue el traslado de los 55 criminales, en dos momentos distintos, que hoy enfrentan la justicia en tribunales estadounidenses, la detención de delincuentes de alto nivel por parte de fuerzas federales mexicanas, así como el decomiso de drogas y armas en ambos lados de la frontera.
Al preguntarle sobre si el nuevo pacto de seguridad incluía operaciones conjuntas de combate al crimen organizado, es decir militares estadounidenses en territorio mexicano, aclaró que se trata solo de intercambio de inteligencia para que las instituciones de seguridad de cada uno de los países, actúe de forma soberana en su territorio contra lo que representa una amenaza.