Por Arturo Rosas H.
CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.
La violencia de daño emocional de los hombres, en contra de su pareja a través de los hijos, es una “violencia vicaria” que se debe contemplar en la Ley de Prevención de Prevención de la Violencia Familiar del Estado de Tamaulipas, expuso la diputada Alejandra Cárdenas Castillejos.
Para ello, propuso adicionar la fracciono VII al artículo 3 de dicha y el articulo 8 sexies a la Ley para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
“La Violencia Vicaria contra las mujeres es la utilización que hace por sí mismo o por interpósita persona, el padre, ex esposo, ex pareja, o quien haya tenido una relación sentimental o sexual con la madre, utilizando a los hijos y las hijas para causar daño, dolor, angustia o cualquier tipo de afectación a la madre”, se establecería en el artículo 8 sexies.
Dijo que es necesario tomar conciencia de que cuando el padre, ex esposo, ex pareja, o quien haya tenido una relación sentimental o sexual con la madre, amenaza a una mujer con quitarle a sus hijas o hijos está dando signos claros de violencia vicaria.
“Dichas amenazas que repercuten en las hijas o hijos deben de poner en alerta inmediata. La protección a las víctimas de violencia de género no solo es un derecho para ellas, sino una obligación del Estado garantizarlas, reconociendo que un maltratador y violento no puede ser buena influencia para los hijos”.
Cárdenas Castillejos, hizo un llamado a los legisladores para consideren este tema, porque los individuos que comente este tipo de violencia buscan el control y dominio sobre la mujer, “como si la mujer fuera de su propiedad, es decir, como si las mujeres fuéramos objetos o cosas, y no seres humanos”.
En Tamaulipas existen un millón setecientas noventa y un mil quinientas noventa y cinco mujeres según datos del INEGI. Aunado a ello, el 20 por ciento de las mujeres que trabajan en Tamaulipas, son madres solteras, de hecho, el INEGI informa que 137,237 mujeres son madres solteras o separadas, lo que significa, que también son potenciales víctimas de violencia vicaria.
