Por: Isaac MOLINA ZAPATA.

TAMPICO, Tamaulipas.

En el marco del 28S, Día de la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, cientos de mujeres mexicanas se están organizando en todo el territorio nacional para garantizar el abasto y acceso al misoprostol y mifepristona, medicamentos recomendados por la Organización Mundial de la Salud para practicar abortos seguros.

Lo anterior lo dio a conocer la Colectiva Feminista Mujer Manglar, añadiendo que se trata de un acto innovador, con profundo valor simbólico y haciendo uso de la tecnología.

Indicó que este 2021, más de 90 colectivas del país, se unieron haciendo uso de un robot para realizar la entrega de los medicamentos que son reflejo de una suma de esfuerzos orientados a garantizar el acceso a la medicación necesaria para que las mujeres puedan tener abortos en condiciones dignas, seguras y salubres, y sabiéndose acompañadas de miles de compañeras que abrazan y protegen su decisión.

El robot ha llegado a México gracias a las gestiones de Mare Stopes y Women on Waves, organización fundada en 1999, que mediante el uso de barcos provee anticonceptivos, información y talleres, así como un servicio de aborto seguro y legal con los más altos estándares médicos internacionales, y cuyos servicios están disponibles para las mujeres sin importar su nacionalidad y el marco jurídico de su país, pues una vez que el barco se encuentra en aguas internacionales, se rige por las leyes holandesas, de donde es originaria la organización.

Esta actividad colectiva nacional hace presencia en 11 estados del país, que son Baja California Norte, CDMX, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Morelos, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas, siendo Tampico la ciudad donde se llevará a cabo la presentación del robot llamado Raborta, con apoyo de diversas colectivas de la zona sur, centro y norte del estado.

Bajo el lema “Luchamos hoy, para que todas podamos decidir mañana”, y a unos días de la histórica resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación relativa a la inconstitucionalidad de la criminalización de la práctica de aborto, las mujeres mexicanas envían un fuerte mensaje: más allá de consideraciones subjetivas, y sin importar quién legisle y cómo lo haga, seguirán decidiendo sobre sus cuerpos y formando redes de acompañamiento para seguir llegando a todos los lugares donde el Estado no puede, o no quiere llegar.