domingo 29 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

Construcciones mexicanas que han desaparecido con el tiempo

La historia de México bien podría contarse a través de sus edificios y construcciones, muchos de ellos emblemáticos y que son atractivos turísticos. Todos conocemos el Palacio Nacional, la Torre Latinoamericana y el Auditorio Nacional, aunque también existieron otras obras que en su momento fueron muy importantes, pero lamentablemente ya no están en pie. Una…
Por Crónica Digital MX
julio 11, 2020

La historia de México bien podría contarse a través de sus edificios y construcciones, muchos de ellos emblemáticos y que son atractivos turísticos.

Todos conocemos el Palacio Nacional, la Torre Latinoamericana y el Auditorio Nacional, aunque también existieron otras obras que en su momento fueron muy importantes, pero lamentablemente ya no están en pie.

Una de ellas fue la Estación de Ferrocarriles de San Lázaro, la cual fue edificada en 1878, durante el Porfiriato. Esta parada formaba parte del Ferrocarril Interoceánico, al conectar la Ciudad de México con Puebla, Veracruz y el Itsmo de Tehuantepec.

Sin embargo, la estación dejó de funcionar a mediados de los años sesenta, por motivos que no quedaron completamente claros y fue abandonada, para eventualmente ser demolida. Hoy en día parte de su territorio es ocupado por una unidad habitacional y la Cámara de Diputados.

Otra parada de ferrocarril relevante fue la Estación Colonia, la cual se ubicaba entre las colonias Cuauhtémoc, San Rafael y Juárez, en el centro de la capital.

Inaugurada en 1898 por el en ese entonces presidente Porfirio Díaz, esta estación contó con oficinas telegráficas, archivos, talleres, bodegas y el Hospital Colonia para ferrocarrileros y albergó los restos de Álvaro Obregón, quien fue asesinado en 1928.

Con la expropiación de ferrocarriles en el gobierno de Lázaro Cárdenas, con lo que la estación dejó de dar servicio y fue posteriormente demolida en 1938.

Muchos de estos inmuebles también fueron importantes casinos o centros de entretenimiento, como el Hotel Casino de la Selva en Cuernavaca, el cual fue inaugurado en 1931 y se popularizó gracias a su cercanía a la Ciudad de México, además de la prohibición del juego en Estados Unidos.


Con un territorio de 10 hectáreas, manantiales y una vegetación extensa, este complejo contaba con salón de fiestas, discoteca, boliche y murales de David Alfaro Siqueiros, Francisco Icaza y otros artistas.

Fue en 2001 cuando el terreno fue comprado por una cadena de tiendas de autoservicio y se trató de demoler el inmueble. Sin embargo, la unión de vecinos, activistas y defensores del lugar, por lo que se conservaron los murales y parte de la vegetación, pero el hotel y casino ya no existe.

También existieron escenarios deportivos como la Pista Revolución, un inmueble multidisciplinario que funcionó como sede de los Juegos Olímpicos de México en 1968.

Este recinto, ubicado en el sur de la ciudad, fue escenario de lucha libre mexicana, con una última función en junio de 1997, hasta que fue demolida al verse rezagada.

El Estadio Nacional también fue un complejo de usos múltiples que se ubicaba en la colonia Roma y fue construido en 1923, con el fin de ser la sede principal de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1926, los que son considerados como los primeros eventos deportivos de importancia que se llevó en el país.

Este estadio también funcionó como sede de deportes a nivel amateur y estudiantil, pero el paso del tiempo le hizo pagar factura y se tuvo que demoler en 1949, dando paso a un complejo habitacional que también fue demolido, pero esta vez por los estragos del sismo de 1985. Actualmente el terreno tiene el jardín Ramón López Velarde y un centro comercial.

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