CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.

Además de causar la muerte de miles de reses y afectar la producción agrícola, la sequía que afecta a Tamaulipas provocó una disminución en el almacenamiento de las nueve presas del Estado y otras fuentes de agua para el consumo humano y actividades económicas.

Según el reporte de la Conagua del pasado 10 de mayo, el almacenamiento total de agua en Tamaulipas cayó al 63 por ciento, lo que representa 247 mil millones de metros cúbicos, cantidad menor a la que se tenía en la misma fecha del año pasado.

La emergencia que se registra en los embalses por la caída de sus niveles se refleja en la presa República Española, en el Municipio de Aldama, que tiene un almacenamiento de apenas el 27 por ciento de su capacidad.

Productores agrícolas y ganaderos de diversas asociaciones lanzaron una alerta por los bajos niveles de almacenamiento de las presas, ante el temor que el campo entre en crisis de producción al acercarse el verano.

El hato ganadero de Tamaulipas, por ejemplo, ha disminuido cerca de un 30 por ciento al caer de 1.5 millones de cabezas en 2011 a casi un millón este año.

En el sur del Estado, el bajo sistema lagunario ha generado problemas a algunos usuarios de Tampico, que han recibido agua por medio de pipas.

De acuerdo con datos de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) Zona Conurbada, el nivel actual de la bocatoma Chairel es de 36 centímetros, cuando la escala crítica es de 20 centímetros, sin embargo, ha llegado a los 26.

Debido a ello, al menos cuatro complejos habitacionales están recibiendo agua por medio de pipas.

En el norte de Tamaulipas, productores advirtieron que en esa región el ganado también comenzó a resentir los efectos de la sequía de la parte sur del Estado, donde han muerto miles vacas.

Señaló que están en peligro San Fernando, Miguel Alemán, La Ribereña y Nuevo Laredo, municipios productores de ganado en la entidad.